El Doctor Honoris Causa Carlos Talavera Pérez duerme en la cárcel, acusado de un delito tentativa de secuestro, por lo cual lo tiene detenido la Fiscalía de Delitos de Alto Impacto. No fue sino hasta la tarde de medio día que una fuente confió al reportero el motivo por el cual este sujeto había sido aprehendido en Zavaleta, la noche del lunes que la Fiscalía General ha mantenido en secreto.

Algunos detalles de quien en julio de 2017 recibió la “condecoración más importante del mundo”, permiten entender las contradicciones de un sistema de justicia penal a menudo ineficaz y lento cuando de perseguir y castigar delitos que ofenden a la sociedad se trata.

Cuando comenzaba la década del año 2000 Talavera Pérez acudía a un club deportivo para usar el baño de vapor en un hotel por el rumbo de la avenida Juárez. No eran pocos los usuarios que advirtieron los fajos de billetes que resguardaba en un casillero, contiguo al que usaba para guardar sus pertenencias.

Era el virtual dueño de un predio en el que asentó un enorme tianguis de autos usados en el cual se mercadeaban no sólo vehículos de segunda mano: desde bebidas alcohólicas hasta prostitutas se podían encontrar.

La Ciénega era un feudo que arrojaba ganancias notables para quien a fuerza de presión había arrebatado al Estado el usufructo de ese lugar.

Talavera había sido porro al servicio de rectores universitarios en Veracruz y Puebla en la década de los 70. En la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana o de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se supo hacer indispensable para el trabajo sucio de grupos de poder dominantes.

En julio de 2017 la Fundación Liderazgo Hoy y el Claustro Doctoral Iberoamericano distinguieron con esta presea el inculpado de hoy, que como ayer, ya había estado sometido a proceso.

En septiembre de 2013 fue detenido por el delito de homicidio bajo la causa 441/2013 por la muerte de Israel Rodríguez Brito, un sujeto que había querido asaltar una propiedad del ‘probo’ activista.

En un sistema corrompido hasta los huesos, el hoy detenido obtuvo su libertad dos años después y fue candidato a diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática en el distrito cuya cabecera es la de San Martín Texmelucan.

En ese municipio es en donde se encontraba su otro feudo. Disputó a sangre y fuego a otras organizaciones cada espacio para la venta de productos y servicios. Fue ahí en donde habría pretendido el más reciente de sus actos vandálicos que por lo pronto, lo tiene bajo la sombra.

La leyenda negra de este sujeto a quien un par de organizaciones de dudosa reputación -Fundación Liderazgo Hoy y el Claustro Doctoral Iberoamericano- le vieron “calidad humana”, “liderazgo en Puebla y otros estados” y ‘preparación académica’ es bastante extensa.

Lo es también la sospecha de que como en el pasado, no tardará mucho en volver a las calles, a lo que bien sabe hacer: embaucar bobos y encontrar mecanismos para burlar la ley.