El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla, deberá sortear un periodo dificultoso a partir de la petición formal que un grupo de partidos políticos prepara en la Cámara de Diputados para que esa instancia legislativa sea rotatoria.

La propuesta formal será hecha apenas comience el periodo ordinario y se inscribe en una acción similar en el Senado, ni más ni menos que de Martí Batres Guadarrama que ya anticipó esa intención con la idea de acotar el control del que dispone su correligionario, Ricardo Monreal.

El ex líder del Movimiento de Regeneración Nacional en Puebla consiguió construir los consensos necesarios para sacar adelante iniciativas de ley que son prioridad del naciente gobierno de la Cuarta Transformación, pero no todo iba a ser así.

El voto en contrario de la bancada del PAN sobre la Ley del Indulto fue una muestra de ello.

Ambas asignaturas tienen raíces profundas para el partido mayoritario y lo mismo sucede para la oposición como el Partido Acción Nacional.

Para el primero significa dejar las riendas del poder legislativo en manos de sus adversarios en un año preelectoral. Para el segundo, tomar el mando en momentos en que se discutirán modificaciones legales de mayor calado.

La Ley de Indulto que dota de potestades discrecionales al ejecutivo para terminar con el encierro de hombres y mujeres sometidos a proceso por causas diversas, pero sobre todo por no coincidir con la forma de gobernar en la alternancia que supuso la llegada del PAN al gobierno, en 2010.

La sola idea de discutir en la tribuna una Ley que permita poner en la calle a poblanos por causas políticas significaba admitir que hubo perseguidos en el pasado reciente. Con una defensora vociferante del periodo morenovallista como Genoveva Huerta ese propósito era inadmisible.

En el futuro inmediato el líder de la bancada de Morena deberá enfrentar esa petición, como ya se discutió en San Lázaro con Porfirio Muñoz Ledo y ahora ocurrirá con Monreal en el Senado.

Es probable que la petición sea desechada por la mayoría pero el precedente ahí quedará, en el Diario de los Debates y ese episodio también formará parte del apotegma de la Cuarta Transformación en Puebla: Hacer historia. Hacer futuro.