Dos temas, de esos que para el presidente del Congreso Gabriel Biestro son prioritarios pero no urgentes, pusieron de cabeza la sesión de este martes en el Poder Legislativo: los matrimonios igualitarios y la despenalización del aborto.

Los diputados de Morena en Puebla serán recordados como los más derechistas del país. A diferencia de lo que han realizado en otros Congresos de izquierda, la mayoría de los diputados de la coalición Juntos Haremos Historia impidieron que se legislara a favor de los matrimonios igualitarios y la despenalización del aborto.

La negativa se dio incluso frente a los señalamientos de José Juan Espinosa quien les recordó, al igual que la priista Rocío García Olmedo, que el 11 de diciembre de 2015, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) publicó una jurisprudencia donde se señala como inconstitucional a todas las normas civiles del país que definan al matrimonio como la unión que celebran un hombre y una mujer.

Ni la advertencia de García Olmedo de promover una acción de inconstitucionalidad del Artículo 294 del Código Civil, logró que los diputados, de mayoría morenista, legislaran a favor de los llamados Matrimonios Igualitarios, es decir, apegarse a lo que mandata la SCJN.

¿Les tembló la mano a los legisladores? ¿Y la independencia de Poderes?

Si bien es cierto que urgía sacar el llamado “Paquete” de iniciativas que mandó el gobernador Miguel Barbosa, la verdad es que nada explica por qué insistieron en volver a caer en desacato, y peor aún, por qué le dieron la espalda a las y los ciudadanos que creyeron que ahora sí, los derechos se garantizarían para todos, independientemente de su preferencia sexual.

Vianey y su traición ideológica

La presidenta de la Comisión de Gobernación y la única diputada que colocó una bandera multicolor en su curul el día que rindió protesta, tuvo en sus manos una oportunidad de oro para mostrar congruencia con sus ideales, pero decidió tirarla por el caño.

Sin mayores esfuerzos, #ElPowerEnElCongreso habría logrado el consenso necesario para aprobar el matrimonio igualitario en Puebla a través de una reforma que incluyera las tres iniciativas que fueron sentenciadas a vivir el sueño de los justos.

En un escenario histórico, Vianey tenía no solo a la izquierda, sino también a parte sustancial de la oposición de su lado.

Contaba con los votos necesarios de su grupo para ganar la votación de manera aplastante y así cumplir con una de las demandas sociales que ahora se le revertirán en la próxima Marcha de las Putas.

¿Habrá medido la diputada el costo político que le conllevarán las acciones de este día? Independientemente de que se haya ausentado de la discusión o que si en la segunda ronda avaló el debate; en el imaginario colectivo quedó grabada su primera negativa a garantizar los matrimonios entre personas del mismo sexo.

No basta con llevar banderitas, le señaló atinadamente José Juan Espinosa, un personaje con quien sostiene —y sostengo—  diferencias; en respuesta Vianey le recordó su pasado y sus cambios de ideologías desde el gobierno de Mario Marín, luego su transición al morenovallismo y por último su conversión a Morena.

No era el tema, la traición a sus ideales, dejaron a Vianey en total estado de indefensión.

Ese fue el nivel de la discusión de este martes, argumentos a favor o en contra de los matrimonios igualitarios y de la despenalización del aborto, quedaron fuera de la arena legislativa, como bien dice el presidente del Congreso, son prioridad… pero para otro año.

El año del caldo dirían las abuelitas.

La carta de Genoveva

Ayer recibí una carta aclaratoria misma que se publica este miércoles y de la cual me permitiré hacer algunas precisiones el día de mañana jueves.