La respuesta de la afición al inicio de temporada ha sido impactante, admirable; al arranque de Temporada Grande la foto nos muestra, la acostumbrada multitud que se ha aglomerado a las puertas de la Señora Plaza en la Corrida inaugural y aunque hubo alternativa con corte de oreja, y un rejoneador con mucho, mucho que de él se dice, fue el chaval aguascalestence quien marcó la tarde: Leonardo Valadez Montoya.

Por cierto Sr. Murrieta, el joven torero Leo Valadez NO es como Usted dijo un torero con muy poco rodaje, es de los de aquí; uno de los que más torean y en cuanta feria se da su nombre no puede faltar en los carteles y sí algo tiene es eso que ninguno de los 4 cronistas 4 mencionó: una asombrosa constancia, perseverancia en los triunfos.

Pienso que lo que realmente hace falta es un cambio, una sacudida enérgica que haga pasen a ocupar el lugar que les corresponde las ganaderías que hoy son favorecidas por el poder, no de sus toros, sí, no del desmesurado poder de sus propietarios.  Desde luego que aceptamos y afirmamos que ningún ganadero quiere o pretende ir en tan importante fecha y esa gran Plaza con toros que no cumplan con el gran compromiso; pero alguien tiene que resultar responsable del mal y poco juego que han dado los toros en fechas tan importantes y sobre todo en los debuts de toreros importantes como Diego Ventura, Antonio Ferrara, Pablo Aguado y el chaval  Hermoso de Mendoza; incluso, y vale decirlo a los Caballeros en Plaza para sus presentaciones les han puesto de a dos toros de diferentes casas; uno de cada una, para tardes importantes, pues, piensan, sí no resulta el uno será el otro. Pero, no han resultado. ¿Algún responsable? Claro, sin saber, tampoco el juego que podrán dar; es quien los selecciona o escoge en el campo. Repito: el Señor Ganadero lo que quiere es quedar bien y dice: “tengo esto y esto otro”, pero, alguien debe señalarlo es el veedor el que dice “VA ESTE” y, Ya en la Plaza, se ven los resultados…ha tenido que ser un Toro de excelsa presentación, originario de Zacatepec, por cierto, etiquetado o descrito en las crónicas como: “sobrero”, siendo que eso de sobrero viene de los toros que quedaban en los grandes corrales como “El Batan” adjuntos a la Plaza “Las Ventas” en Madrid, por eso sí se llegaban a utilizar en posterior corrida salían como “sobrero” de una anterior.  Aquí, en México, en Aguas salió – y con mucho honor – el “Zacate”,  cárdeno oscuro como 3er., reserva de los de a caballo, perfectamente reseñado como tal. Y salió a eso, muy boyante a poner en alto, a la altura que corresponde al hierro de la casa.

No, no es querer vivir en el pasado, es el recuerdo de lo que antes se veía, lo que hace reflexionar, para decir, cantando: “como han cambiado los tiempos…”, en el recuadro izquierdo de la foto, vemos una de aquellas apoteosis que provocaba la popularidad, la enorme afición que formaba tumultos en torno a la arrolladora personalidad de Manuel Benítez “El Cordobés” en contraste con la salida “Cargado a hombros” – la foto lo expresa literalmente – cargado por una tercia de costaleros, auténticos aborígenes a sueldo o por el pago en especie con un Sixpack  de cervezas. Así el inicio de temporada en estas tierras con el corte de 3 orejas 3 en Juríquilla de Diego Ventura…¡Qué contrastes!

En el portal, Portada de la vieja y señorial casona - como Borges les llamó: “la casa primordial de la infancia”  de  Piedras Negras, vemos al Matador Juan Serrano bien conocido como “Finito de Córdoba” junto al filósofo de origen galo Francis Wolf y el señor anfitrión Marco Antonio González Villa, los tres enmarcados en las jambas en rectángulo de cantera y mampostería del portal y con los faroles de herrería luciendo el hierro de la casa en lo alto. Ahí, el llamado y bienquiso “Fino” se manifestó gratamente impresionado por la belleza del Campo Bravo Mexicano.

Con insistencia se dice, o dicen los que dicen saber que en nuestra Cabaña Brava no existen las pintas castañas, será concretamente que por aquí no se dan las tales castañas, —se acerca la temporada de asarlas con largas tenazas al fuego de la chimenea; las que compramos en las antiguas tiendas de “ultramarinos”—.

Y lo que aquí vemos son pelajes “colorados”, y la denominación  castaña no se utiliza en México en términos de nomenclatura de reses. Curiosa y totalmente, al revés, volteado, en la finca de Julián López a una castaña muy, muy clara le llaman “coloraa”…  He aquí en la foto un bello ejemplar piedrenegrino en esta pinta bien “colorada” al que “Finito” templó estupendamente con su característico toreo de finura. (Fotos 3 y 4 de José Ángel Sainos)

Me despido de ustedes, con la voz que en  estos días pasados se escuchó y aún perdura el eco de lo dicho por el don Juan Tenorio de Zorrilla: “Clamé al cielo y no me oyó, y puesto que su perdón me niega…De mis pasos por la tierra…responda el cielo, no yo”.