Quienes han planteado como única manera de arrebatar la mayoría legislativa al Movimiento Regeneración Nacional a través de una alianza electoral PRI-PAN en 2021, deberán encontrar los mecanismos de persuasión adecuados.

Y es que quienes saben del estado de ánimo de la militancia y simpatizantes de cada uno de esos dos partidos políticos, ya deben entender que no existe hasta ahora el mecanismo adecuado para convencer de un maridaje improbable.

Demasiados agravios en el pasado y una clara línea política divergente aparecen como ingredientes para asumir que una coalición que de vida real al llamado prian, como jocosamente llamó Andrés Manuel López Obrador a sus adversarios en las últimas dos campañas presidenciales, tienen futuro.

Y es que en el último tramo de este 2019 han aparecido un conjunto de encuestas que revelan el estado de ánimo divergente, a la luz del clima de opinión que reprueba la gestión de López Obrador y el partido político creado por el mandatario.

La agrupación México Elige hizo una amplia encuesta con una muestra de 14 mil 343 personas con acceso a Facebook, entre el 2 y 8 de diciembre que establece una clara presencia dominante de las figuras de Morena en el país, lo que imprime mayor presión a la oposición de cara al 2021.

A la pregunta de “si las elecciones para Presidente de la República fueran hoy,  a cuál opción política votaría?”

El universo de probables votantes que escogió a Morena fue de 47 por ciento; el Partido Acción Nacional, 18.8 por ciento; el PRI, 7.2; y un independiente, 7.4 por ciento.

El panorama no podría ser más desalentador para los aparatos partidistas que antes fueron quienes dominaron la escena.

De 40 perfiles de alcance nacional, 17 con el menor porcentaje de aprobación corresponden a Morena, desde Tatiana Clouthier hasta Dolores Padierna pasando por Ebrard, Muñoz Ledo, Martí Batres y otros.

Otra de las variables que deberán ser tomadas en cuenta es el índice de aprobación de los gobernadores emanados de Morena. Con todo lo que se pueda decir en contrario, tienen un porcentaje notable Adán López  en Tabasco; Jaime Bonilla, en Baja California; Rutilio Escandón, en Chiapas; y Miguel Barbosa en Puebla.

Hasta ahora la alianza PRI y PAN carece de carta de naturalización. El esperpento creado entre este último y el PRD dejó pésimo resultado y el ejercicio parece ser peor con el tricolor. La encrucijada parece difícil de librar y el tiempo corre.