Desde los años 60 Puebla ha sido uno de los estados donde recurrentemente los linchamientos, la toma de presidencias municipales y las protestas enardecidas, reflejan el descontento social.

Los actos vandálicos y violentos cometidos ayer en Amozoc por pobladores ponen a prueba a David Méndez, el recién nombrado secretario de Gobernación.

Si bien el conflicto es municipal, ante la falta de servicios públicos como el agua potable y el incremento de la inseguridad, el tema se inscribe a la par del cierre del Ayuntamiento de San Nicolás de los Ranchos, espacio que también fue tomado por los habitantes.

Estos dos focos rojos sin duda obligarán a Méndez Márquez a revisar con lupa los nombres y el actuar de los delegados de Gobernación quienes deben ser sus ojos en cada rincón del estado.

El Secretario no puede ni debe arriesgarse a que los funcionarios que no son de su confianza le pongan una trampa, de ahí que la limpia y la renovación de delegados sea necesaria para, entre otras cosas, evitar que crezcan la violencia y la inconformidad al interior de los municipios.

Entre los primeros retos de David Méndez está el contar con un estado con gobernabilidad gracias a la información, comunicación e inteligencia que se genere en la dependencia, para ello, insisto, la clave son los delegados que deberán ser de su total confianza.

A toda costa deberá evitar que amparados en la protesta social, le metan un gol o algún conflicto municipal que tenga una mala intención con fines políticos, le estalle en las manos.

De esos resultados dependerá su futuro político. Si las cosas caminan bien, podría ser el caballo negro no sólo a la presidencia municipal de Puebla en 2021 si no hasta para la gubernatura en 2024 por su cercanía con Barbosa y con la vieja izquierda.

Por el contrario, si los conflictos escalan y la capacidad de reacción y de diálogo se ve mermada, el futuro político del secretario será corto.

Así las cosas, David Méndez se convierte en un personaje a seguir. La Secretaría de Gobernación puede ser una posición para catupultar políticos o un barril de pólvora para sepultarlos.

Manotazo de Marko

Tarde pero llegó. El manotazo que soltó Marko Cortés dejó en firme que la coordinadora de la bancada panista en el Congreso poblano es Mónica Rodríguez y que el nombramiento unilateral que hizo Genoveva Huerta de Oswaldo Jiménez quedó sin efectos.

A la morenovallista, que no ha sabido leer los nuevos tiempos políticos, la pusieron en su lugar. Y no sólo eso, está claro que las figuras nacionales del PAN no van a cesar hasta que logren la remoción o la renuncia de la aún presidenta estatal para organizar una elección competitiva.

Huerta ha dado muestras claras de su incapacidad para llevar a buen puerto el tema y antepuso su interés por proteger a sus amigos y al reducido grupo morenovallista.

Mal y de malas en Salud

Ayer le compartía desde mi cuenta de Twitter @contracara68 las condiciones en las cuales se encuentran los baños del Hospital General del Sur.

Por el bien de los derechohabientes y de los poblanos en general esperemos que el secretario de Salud, Jorge Humberto Uribe Téllez, tome cartas en el asunto.

Y ya que tengo la atención del secretario también aprovecho para comentarle que nuestro equipo de profesionales ha buscado en al menos dos ocasiones el apoyo de su enlace de Comunicación, a cargo de Irene Díaz, para obtener información sobre temas como el Insabi o el Coronavirus.

Por increíble que parezca, el silencio ha sido la respuesta para esta casa editorial aunque por la noche encontramos boletines de prensa sobre los mismos temas que solicitamos.

Esperamos que no sea consigna.