Uno de los más grandes errores de los gobiernos de la llamada 4T es su sistemática negación de la realidad.
A nivel federal, hemos visto cómo el presidente López Obrador ha desdeñado temas trascendentes para la vida pública, como la violencia de género, la creciente inseguridad, el decrecimiento económico, el desabasto de medicamentos y más recientemente, la nula importancia a la pandemia que tiene paralizado al mundo como es el Coronavirus, diciendo que en México no pasa nada y que todo está bajo control.
A nivel local, el día de ayer hice público un tema que de no ser por una llamada anónima, hoy podríamos estar hablando de una tragedia de proporciones mayores.
Un joven de segundo de secundaria fue detenido con una pistola escuadra con el cargador abastecido, con el cual tenía calculado matar a sus compañeros.
Después de lo que hemos visto en escuelas de Estados Unidos y recientemente en estaos del norte en nuestro país, este caso no puede ser tratado con la insensibilidad de nuestras autoridades educativas.
Sin embargo, como ayer lo cité, la orden fue muy clara y contundente, esto no puede salir de aquí.
Fue así como el frustrado atentado se buscó mantener en secreto, hasta que una fuente al interior permitió que este columnista pudiera hacer público este hecho.
Sí el hecho es grave por sí mismo, este lo es más si consideramos que la SEP se mantiene en la postura de ocultar un hecho tan delicado.
El secretario Melitón Lozano, con la sensibilidad de un hipopótamo, decidió esconder el caso y no emitir un comunicado oficial para que la comunidad educativa del CENHCH conozca no solo los detalles de este suceso, sino también las acciones que va a tomar la SEP para darle seguridad a los estudiantes.
Aunque usted no lo crea, pese a tratarse de una acción que pudo costar la vida de alumnos, en el CENHCH la preocupación es cómo negar la veracidad de esta información.
Y para rematar, el secretario Lozano insiste en mantener prohibido el operativo Mochila Segura, porque según él, viola los derechos humanos de los niños.
Ante esto, no me queda más que explicarle a este señor, que los protocolos vigentes en Puebla desde agosto de 2017, provienen de estudios realizados por organismos internacionales, mismos que garantizan los derechos humanos de los niños y en general de los estudiantes.
Desde 1990 la ONU a través de la UNICEF han trabajado de manera incesante para lograr medidas de seguridad para los niños, anteponiendo sus derechos humanos.
Sin embargo, por una simple ocurrencia, Don Melitón decidió prohibir estos protocolos porque a su juicio violan los Derechos Humanos de los infantes.
Puedo entender la ignorancia del funcionario sobre temas tan especializados, pero no es posible que no pueda consultar a un experto, que le explique la aberración que cometió cuando ordenó archivar un ordenamiento vigente.
Y cómo en mi caso tampoco soy un experto, decidí consultar a Obed Yañez, quien se ha especializado en Seguridad Escolar desde hace más de diez años, quien me explicó parte de lo que he relatado, además de que me garantizó que el protocolo de Puebla se apega a los lineamientos internacionales que se utilizan en otros países, incluidos los de Estados Unidos.
En conclusión, el titular de la SEP está violando un protocolo vigente y poniendo en riesgo a los estudiantes de Puebla por imponer un absurdo capricho.
Esperemos que su ignorancia y negligencia no terminen en una tragedia.
Lamentablemente, nuestros hijos están en manos de los caprichos y ocurrencias de un señor que no sabe en dónde está parado.
Y ante la inconsciencia de Don Melitón, no nos queda otra que rezar.
Ver para creer.