De una manera u otra, a unos antes, a otros después, el Covid-19 nos golpeará; a algunos les costará la vida; a otros los hará caer gravemente enfermos y a los más, los infectará sin síntomas.

Y ahí, en este último grupo, es donde se centra el mayor de los errores. Son miles, quizá millones de mexicanos los que piensan que ancianos y personas en estado de salud vulnerable son quienes están destinadas a ser las víctimas exclusivas del Coronavirus.

Independientemente de que se trata de vidas humanas, pareciera que no se enteran que los sobrevivientes, que según las estadísticas serán la inmensa mayoría, sufrirán de una manera distinta, el azote de esta pandemia.

El que no pierda o vea gravemente enfermo a un familiar, corre también riesgos que hoy parecen no entender quienes desdeñan las consecuencias de este virus.

Aquí todos perdemos. Además de vidas, unos perderán su empleo, otros cerrarán sus negocios, y hasta los privilegiados políticos que hoy se empeñan en no ver la realidad, perderán elecciones, puestos de privilegio y el poder con el que tanto soñaron alcanzar y que hoy se esfuerzan en pisotear.

Mención aparte merece el sector más copioso y a la vez el más vulnerable: los millones de mexicanos que viven en pobreza y en pobreza extrema.

Ayer comentaba desde mi cuenta de Twitter (@contracara68) la urgencia de reasignar el presupuesto dando prioridad al sector salud y a atender las necesidades básicas del sector poblacional que vive por debajo de la línea del bienestar:

“El hecho de paralizar al país es una medida obligada y necesaria para controlar el contagio.

Desafortunadamente, un alto porcentaje de la población vive al día. En lugar de andar de gira, AMLO debería reunirse con el gabinete para reasignar el presupuesto! #Covid19MX

“Las personas que viven al día, no van a tener ni para comer, necesitan ser atendidas y es complicado establecer albergues porque se propaga el virus. Es una emergencia compleja de atender. Que suspenda programas clientelares para reasignarlos directamente a salud y alta marginación”.

 

 

Momentos antes comenté, en la misma red, sobre la organización y responsabilidad social que debemos aplicar ante la inacción de López Obrador.

Así que, si el Presidente quiere vivir en un mundo irreal y seguir en campaña permanente mientras los demás países toman medidas de emergencia; es tiempo de que nosotros como sociedad despertemos para tomar nuestras propias acciones de seguridad y sobrevivencia.

Por fortuna, universidades, colegios, empresas, negocios y la sociedad en general están tomando medidas serias para aislarnos y evitar la propagación del virus.

Esperar la reacción de López Obrador es perder días valiosos. Él seguirá su mañanera acompañado de su nuevo adulador el doctor López Gatell ante los aplausos de Lord Molécula y su pandilla, mientras México actúa por cuenta y riesgo propios.

Debemos estar conscientes que a todos sin excepción, el Covid19 nos va a pegar. Hagamos lo nuestro porque el Presidente vive en un mundo de fantasía. Y en el mundo real, nos estamos muriendo.

Ni más, ni menos.

Apuestan en el CENHCH por el olvido

A quienes sí les ayudará esta epidemia es a las autoridades del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec, luego de las dudas y críticas que recibieron el viernes 13 durante la junta con padres de familia.

El encargado de dar “respuestas” o mejor dicho, de desviar la atención del caso del menor que pretendía cometer una masacre en el CENHCH fue el teniente coronel José Antonio Zamora Velázquez, director de los Centros Escolares en Puebla.

Pero los padres de familia no quedaron conformes con la respuesta, ni se sienten seguros con las “medidas” que la escuela aplica.

Aunque hoy parezca un tema menor, comparado con la pandemia que afrontamos, desde esta columna seguiré este caso. Con la vida y la seguridad de los niños no se juega.