Una botella de plástico de Coca Cola vacía es usada como tapón en la taza de baño para evitar que los olores fecales del sistema de drenaje del penal de San Miguel inunde la celda ‘F’, en donde se encuentra el primer preso del morenovallismo, Eukid ‘N’. Ese espacio es además, reservado para internos con historial de consumos de drogas.

No deja de ser una metáfora cruel: aislado de la sociedad en la que se regodeó, debe utilizar un rudimentario instrumento para ponerse a salvo del hedor de los desechos de una comunidad confinada y de la fauna de los sótanos carcelarios, como las ratas. 

Reportes del propio reclusorio indican que el 24 de marzo pasado fue la primera ocasión en la cual fue puesto en área común junto al resto de los internos que enfrentan procesos penales.

Un día antes, el 23 fue despertado en la madrugada por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, en medio de un impresionante operativo para decomisar a la comunidad de internos armas, drogas, alcohol, teléfonos celulares y  dinero en efectivo. El interno salió de la celda cubierto con un cobertor, somnoliento y temblando por el frío de la madrugada.

Luego fue enviado a la celda ‘A’ y ahí transcurre la mayor parte del tiempo. Las fuentes a las que tuvo acceso el reportero indican que no habla con nadie, salvo con la familia que lo visitaba frecuentemente hasta que por la contingencia se debieron restringir sólo a los sábados.

Ni la celda ‘F’ ni la ‘A’ reúnen las comodidades que medianamente pudo tener cuando fue llevado ahí, para ser puesto en aislamiento en las celda 2 del área de visita íntima, a la que sólo se puede acceder mediante pago en efectivo.

El miércoles 1 de abril se habrán cumplido las primeras dos semanas de que el ex operador de Rafael Moreno Valle fue detenido por elementos de la Fiscalía General del Estado acusado de haber cometido el delito de extorsión.

Serán las primeras dos semanas de silencio cobarde de quienes fueron compañeros de gabinete en el sexenio del gobernador muerto por el accidente de helicóptero el 24 de diciembre y que se extiende hasta el Partido Acción Nacional, en cuya dirigencia se encuentra Genoveva Huerta Villegas.

Mientras, en el penal el interno más influyente que haya pisado el patio en el que la comunidad carcelaria pasa todos los días, es observado por los custodios que tienen la encomienda de supervisar todo lo que hace, y lo que diga.

Los informes cada 24 horas son enviados a un área específica para su análisis y evaluación. Es además sujeto de escrutinio permanente a través de cámaras de video vigilancia, como si se tratara de un peligroso reo al que se atribuyen facultades escapatorias.

Cuántas vueltas y sorpresas puede ofrecer la vida. La que vive este poderosísimo personaje en el sexenio que comenzó en 2011 debe tener claro con quien puede contar ahora, en medio de la desgracia de vivir este tramo de su existencia acusado de un delito grave.