Así como usted lo lee, desde la mañana del domingo 5 de abril, al menos 30 elementos de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado (SSP), fueron trasladados al municipio de San Martín Texmelucan, para reforzar la seguridad, asignándoles como instalaciones la antigua perrera municipal, que se ubica debajo de las gradas del campo deportivo de San Damián.
Y no es broma, las pestilencias y malolientes galeras dónde antes se mantenían en cautiverio perros y gatos, serán ahora dormitorios y oficinas de Policías del Estado, obviamente con la aprobación de la presidenta municipal Norma Layon, y seguramente con el conocimiento del secretario de seguridad pública del estado Raciel López Salazar.
Más que grupo de apoyo, policías uniformados que llegaron desde el domingo sienten que fueron castigados por alguna falta de la que desconocen, porque además, les advirtieron que quien no esté a gusto con el cambio va a ser dado de baja.
En otras palabras se tienen que aguantar.
El mismo domingo los elementos, tanto hombres como mujeres, se dieron a la tarea de tratar de sanitizar las instalaciones para evitar enfermedades que puedan tener por las heces de perros y gatos, además de pulgas, sin dejar de mencionar que en esa perrera se sacrificaban animales en forma constante.
Con agua y con jabón, utilizando mangueras, y sin ningún equipo especial para poder contrarrestar una infección o el mismo covid-19, los uniformados se dieron a la tarea de limpiar las instalaciones y no faltó quien tomara video de lo que estaba ocurriendo y en las condiciones en las que los tenían trabajando.
Los mandos de estos elementos, Daniel Méndez Aguilar, encargado del grupo de reacción; el inspector Andrés Cázares Herrera, encargado de la dirección de operaciones policiales, y el oficial José Adolfo Mendizabal Mendoza, encargado de la quinta región, fueron quienes amenazaron a estos elementos de la policía para que aceptarán quedarse en la perrera municipal, antes de ser dados de baja.
Y aún más, pese a que el domingo, todos participaron en la limpieza de las instalaciones, el día lunes los concentraron para ordenarles qué tendría que realizar trabajos de vigilancia de 72 horas por 24 de descanso.
Y si todavía está usted no le parece arbitrario. Le comento que las tortas que le envían para que coman, sólo tienen una embarrada de jitomate y un pedazo de bistec, advirtiéndoles que es lo único que deberán comer.
Con todo esto que le comentó pareciera ser que la llegada de elementos de la policía del estado a San Martín Texmelucan ha incomodado a algún personaje ligado a la política o a la misma delincuencia, porque con todas estas presiones todo parece indicar qué quieren que todos renuncien y que San Martín Texmelucan continué cómo está con alta inseguridad y con abandono policiaco.
Nos vemos cuando nos veamos