Ayer le comenté que 30 elementos de la Policía Estatal Preventiva de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado habían sido trasladados al municipio de San Martín Texmelucan para reforzar la seguridad y que en agradecimiento los mandaron a vivir donde anteriormente era la perrera municipal, sin siquiera tomarse la atención de limpiar y sanitizar las instalaciones.

Hoy le comentó, por otro lado, que existe un total descontento en las filas de la corporación policíaca, por la falta de atención que ha prestado el titular de Seguridad Pública, Raciel López Salazar, quién parecía tener una especie de odio en contra del personal.

Le comentó lo anterior porque el martes pasado, en las filas de la policía estatal trascendió la muerte del comandante Manuel Carrasco, adscrito al cuarto sector de esa corporación. Quién era conocido como El Verde, como consecuencia de contagio de Covid-19 o Coronavirus y que además de este servidor público, a otros dos de sus compañeros que presentaban los mismos síntomas no les estaban haciendo caso.

Este hecho provocó que se conociera que el secretario de Seguridad Pública, está obligando al personal a participar en operativos donde no se cuenta con la más mínima medida de seguridad para evitar este tipo de contagios y los obligan a permanecer más de 24 horas a 6 elementos dentro de una camioneta, o a 50 en un dormitorio para 20, así como a trasladarse amontonados en los autobuses, sin respetar la sana distancia.

Que, en estos operativos mal planeados, llegan a movilizar a más de 200 elementos para detener a uno, dos o tres delincuentes, poniéndolos en riesgo no sólo a ellos sino también a sus propias familias, ya que no cuentan ni con cubrebocas ni con guantes, ni ningún tipo de seguridad para no contagiarse.

Aunado a todo esto. Tampoco cuentan con la suficiente agua para lavarse las manos. Los baños son totalmente insalubres, por lo que su desesperación cada día aumenta.

El primer caso que le comenté, de San Martín Texmelucan, el secretario pareció ni siquiera preocuparse, es más no le importó, entonces este segundo caso va a ocurrir lo mismo, tampoco le va a importar.

No sería extraño que de un momento a otro estallará un paro policiaco en protesta por todos estos abusos de los que han sido víctimas, lo que ya provocó incluso la muerte de un mando y que los mantienen en riesgo. Mientras que en otros estados se han tomado en cuenta la necesidad de proteger a la policía para que ellos a su vez protejan a la ciudadanía.

Nos vemos cuando nos veamos.