Después de escuchar durante varios días que estábamos próximos a la Fase 3 y justo unas horas antes de que México rompa la barrera de los 10 mil casos contagiados y mil muertos, fue decretada la temida etapa.

Es ahora cuando conceptos como “aplanar la curva” y “pico de casos”, se escucharán con más frecuencia.

La cantidad de contagiados, por desgracia, comenzará a subir como la espuma y aunque se sabe que 80 por ciento de los portadores del virus no requerirán hospitalización, los afectados serán tantos que los sistemas hospitalarios del país, se verán rebasados.

Se ha hablado hasta el hartazgo del tema y el #QuédateEnCasa es de lo más común, sin embargo, los poblanos pareciera que seguimos sin entender la gravedad del caso.

Ayer mismo, horas después del anuncio de que ya estábamos en la Fase 3, nuestro compañero Francisco Sánchez recorrió, con todas las precauciones necesarias, la 11 Sur, del centro hacia el Sur de la capital. 

El video que usted puede consultar en Intolerancia Diario demuestra que lo mismo se mantienen abiertos los negocios no prioritarios, que se observa a niños y mujeres embarazadas caminando plácidamente por las calles o se aprecia el tránsito de vehículos en una de las avenidas principales de la ciudad.

De ahí que uno se pregunta ¿Qué se requiere para que la gente realmente entienda y se responsabilice? Hoy la prioridad es cuidar la salud de uno, de nuestros familiares, de nuestros padres y de la sociedad en conjunto.

AMLO y su lavado de manos

Apenas la semana pasada escribía que la verdadera guerra contra el Coronavirus, la tendrán que librar los estados y sus gobernadores. Anoche, un Acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) ratificó esa premisa.

Además de informar que el confinamiento se extiende hasta el 30 de mayo, el Acuerdo incluye los artículos Quinto y Sexto que básicamente cargan más responsabilidades a los gobernadores en el combate y la atención a los pacientes con Coronavirus. De los apoyos federales, nada se compromete.

Ante la discrepancia de las cifras entre los estados y la federación, el gobierno de AMLO encontró la manera de lavarse las manos y endilgar el problema a las entidades. Serán los gobernadores, o quienes ellos designen, los responsables de actualizar las cifras de casos confirmados, personas hospitalizadas, pacientes en fase crítica, muertos y recuperados.

Las medidas que juzguen necesarias para reducir o eliminar la movilidad de los mexicanos, también será responsabilidad de las autoridades locales, aunque, las fuerzas federales podrían coadyuvar, dice el documento.

Corresponde a los gobiernos de las entidades federativas en su calidad de autoridades sanitarias y, en general, a los integrantes del Sistema Nacional de Salud que presten servicios de salud en cada entidad, ejecutar y supervisar los planes de reconversión y expansión hospitalaria para garantizar la atención adecuada y oportuna de la salud de la población, tanto para la enfermedad COVID-19, como para cualquier otra necesidad de atención.", señala el Artículo Sexto.