El 10 de mayo tiene un gran significado en cada una de nuestras familias. De diversas maneras reconocemos a nuestras Mamás, vivas, o no, recordamos a nuestras abuelas que muchas veces tuvieron o tienen la responsabilidad de nuestro cuidado. Pensé en construir algunas ideas sobre esas nuevas maternidades a las que aspiramos, les pueda ser garantizada a las mujeres de hoy y de mañana, una maternidad con derechos y sobre esas muchas formas que las mujeres tenemos para ejercerla; pensé escribir sobre esos muchos momentos en que las mujeres de mi generación y de todas las generaciones nos sentimos culpables por no ejercer esas maternidades como era “natural” decidiendo hacerlo de diversas maneras con la consecuente crítica de por medio. Sin embargo una querida colega nos hizo llegar el mensaje que por la fecha, difundió Nadine Gasman, quien se desempeña actualmente como Presidenta del Inmujeres, un mensaje incluyente, claro, contundente, profundo y conmovedor que me llevó a decidir compartir con ustedes algunas de sus partes:

Madres no hay solo una, hay muchas y cada una lo es a su manera, todas las mujeres de todas las edades, hayan sido o no madres biológicas, cumplen de diferentes formas y a lo largo de su vida una parte de estas funciones. En nuestra región latinoamericana la mayoría de las mujeres llegan a la edad adulta habiendo tenido alguna experiencia de cuidado, preguntémonos por ello hoy, a propósito de esta fecha quienes nos han cuidado, a quienes hemos cuidado y quienes nos sustituyeron en los cuidados.

Los datos nos dicen que en México hay casi 14 millones de infantes de 0-6 años. Seis de cada diez tienen una mamá que no tiene empleo remunerado, y que se encarga de su cuidado y de las tareas del hogar y muy probablemente de procurarles el alimento diario, el bienestar, la salud, la educación. Casi la mitad de las mamás que tienen un empleo remunerado dejan a sus hijos e hijas al cuidado de otras mujeres, abuelas, tías, hermanas, sobrinas, familiares o una empleada, también mujer. Solo una cuarta parte de los y las menores son cuidadas por instituciones públicas o privadas.

Todas estas mujeres y a veces niñas, algunas más y otras menos, hacen una labor invaluable, cuidan la vida, procuran la salud, el desarrollo, velan por su bienestar, es una labor que ocupa casi todo su tiempo, que se lleva muchas horas de sus días y noches, la mayor parte de las veces sin reconocimiento. Todos los días, en todas partes del mundo, como si se tratara de una cinta sin fin, las mujeres y niñas de muy diversas culturas, comparten esta parte de la historia de la obligación, todas, cuidan a alguien, por decisión personal, por obligación o porque no queda de otra, porque se es mujer y ese hecho tan cercano a la biología hace pensar que cuidar y ser madres, es parte de nuestra naturaleza, aunque no sea así, la maternidad es también un derecho, debe ser una elección.

Las mujeres hemos avanzado mucho en los últimos 70 años en México, hemos podido estudiar, entrar al mercado laboral, liderar proyectos y empresas de todo tamaño, hemos demostrado que queremos estar en el espacio público, en la economía, en la educación, en la política, en la cultura, en el arte; sin embargo, no hemos logrado, repartir, compartir el trabajo del cuidado. Una buena parte de las madres que se emplean fuera de su casa se llevan a sus hijas/os a su lugar de trabajo, otro gran número sale a trabajar habiendo superado muchas dificultades para dejar atendidos a sus hijos e hijas, muchas mamás de todo el territorio se ven obligadas a dejar a menores solos en su casa, para poder ir a ganarse la vida, muchas niñas tienen que cuidar de sus hermanos/as porque no hay más salida.

Esta sobrecarga de los cuidados que las mujeres vivimos desde pequeñas solo por el hecho biológico de serlo, frena proyectos, interrumpe, cambia nuestras biografías y los anhelos del futuro, sería más fácil para todas/os compartir este trabajo con los hombres, con el Estado, con las empresas privadas.

Siempre que llega el 10 de mayo, sin casi darnos cuenta por la fuerza de la costumbre dejamos afuera a todas aquellas mujeres que nos han cuidado en diferentes etapas de nuestra vida y nos concentramos solo en aquellas que “nos dieron vida” -como suele decirse-, quiero homenajear a todas, las que han parido y las que no, las que son felices y las otras, las que buscan esa vida de libertad y derechos, las amadas, las que no, las que han perdido a sus hijas/os, las que no sabían que iban a ser madres, las que lo planearon y las que no, las que fueron madres sin haberlo pensado, las que acaban su vida siendo madres de sus nietos/as, las que tienen toda la vida por delante, las que tienen su vida detenida y esperan una oportunidad para poder regresar a ella, las que lo anhelan y las que ni lo sueñan, las niñas que no tendrían que ser madres, las adolescentes que llegan a la decisión demasiado tarde, todas merecen un momento en este día, para que hablemos, no solo de abnegación, sino también de derechos, de proyectos de vida, de planes de futuro, de sueños realizados, para ello es necesario que empecemos a debatir a pensar entre todas y todos, un nuevo modelo de organizar el mundo de los cuidados y de los trabajos del hogar, porque es hora de pensar colectivamente cuestionar el trabajo remunerado, que en nuestro país que sigue castigando a las mujeres que se embarazan (…) es tiempo de pensar todo de nuevo y por ello celebro este día con ustedes, con todas las que de una u otra manera se han sentido madres, las que llegaron a tiempo y las que llegaron tarde, las que fueron y las que vinieron, las que corrieron y las que no pudieron moverse, a todas las madres, no madres o casi madres, a todas aquellas que han tenido y tienen el privilegio de haber encontrado en el vínculo materno la belleza lo que no se puede decir con palabras, eso que nos da la fuerza única y necesaria para ver las dificultades y enfrentar los desafíos, a ellas la esperanza enorme que aún en estos momentos de tantas dificultades, puedan encontrar manos amigas, protección, escucha, contención y apoyo desde donde seguir construyendo el mañana de este país….”

Me quedo con este mensaje.