Hace unos días participé en la Cuarta Mesa Temática Nacional convocada por el Movimiento LÍDER una corriente de opinión del Partido Revolucionario Institucional (PRI) fundada en el año 2018.
Fue enriquecedor escuchar un recuento de la vida institucional del PRI, que tienen que ver con algunos momentos en su historia en los que irrumpieron “…grupos de militantes y de cuadros destacados que han disentido de las decisiones de la dirigencia y han expresado posiciones políticas disruptivas en el marco de una dirección política centralizada y autoritaria…” (Yunes Héctor, 19/09/2020).
Carlos Madrazo en el siglo pasado a mediados de la década de los sesentas.
En 1986, se crea por primera vez un corriente de opinión nacional encabezada por el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo llamada Corriente Democrática que demandaba la democratización del procedimiento para la postulación del candidato del PRI a la Presidencia de la República y la corrección de la política económica neoliberal que, a su juicio, estaba alejando al Partido de su naturaleza socialdemócrata. Su rechazo como corriente de opinión en la XIII Asamblea Nacional provocó su escisión, forman el Frente Democrático Nacional, que postula al Ing. Cárdenas como candidato a la presidencia de la República en 1988, al perder forman el Partido de la Revolución Democrática (PRD) antecedente del hoy partido en el gobierno Morena.
No todos salieron del PRI con esta Corriente, otros militantes como Don Rodolfo González Guevara, formaron la Corriente Crítica, segunda corriente nacional de opinión, con posiciones progresistas y de vanguardia. Don Rodolfo González Guevara sale del PRI en 1994.
Fue en la XIV Asamblea Nacional donde Luis Donaldo Colosio impulsa el reconocimiento del derecho de la militancia a suscribir corrientes de opinión al interior del Partido.
La tercera corriente nacional de opinión surge en 1998, después de la pérdida de la mayoría en la Cámara de Diputados (1997) denominada Corriente Renovadora encabezada por Don Sergio García Ramírez, Don Rodolfo Echeverría, Doña Irma Cué y un grupo importante de destacados cuadros del Partido que se mantuvieron como una sólida opción de participación partidista frente a la cerrazón del grupo gobernante en el país.
En el año 2000, a la pérdida de la Presidencia de la República, esta corriente de opinión, se constituyó en el espacio de participación partidista, para promover los cambios al interior del Partido, que evitaron su división y permitieron su recuperación política electoral.
En el marco de los trabajos preparatorios de la XVIII Asamblea Nacional del PRI, un importante grupo de exdirigentes juveniles nacionales y estatales del Partido y sus sectores, constituyeron la organización Alianza Generacional con el propósito de defender la legalidad, la inclusión y la deliberación democrática en la organización y desarrollo de la Asamblea Nacional, la primera que el Partido realizaría sin la jefatura política del Presidente de la República.
En 2018, después de la más grave derrota electoral en la historia del PRI quienes integraron la Alianza Generacional crean la cuarta corriente nacional de opinión, suman a otros cuadros y militantes y forman el Movimiento LÍDER que recibió su registro en el 2019 y que inscribe sus propuestas de transformación partidaria en su declaración política y en las propuestas de acción sobre los principios que integran el acrónimo que le da nombre: Legalidad, Inclusión, Democracia, Eficacia, Refundación.
Este recuento histórico demuestra que en todos los tiempos al interior del PRI, ha habido voces disruptivas que por encima de agravios o malas experiencias personales, deciden continuar con lealtad ideológica, incluso, las renuncias a su militancia partidista, han permitido construir las diferentes etapas del Partido Revolucionario Institucional, el límite que tuvieron seguro debió ser: la dignidad.