Sorprende que con la franqueza con la que suele expresarse el gobernador de Puebla Miguel Barbosa en sus ruedas de prensa mañaneras no haya señalado nombres y apellidos de quienes representan los intereses con los que se mueve el gran capital y que pasan por encima de la salud de poblanas y poblanos.

No me digan que aquí en Puebla se va a decidir si regresa la Volkswagen o no, porque no me digan (la empresa) que quiere tomar la decisión junto conmigo”, ironizó el viernes 15 cuando se refirió por segundo día consecutivo a la recuperación de la “nueva normalidad”, decretada por el gobierno federal y que pasa por el regreso a las actividades de la industria automotriz, que en Puebla tiene a Volkswagen y AUDI.

Un documento llegó a finales de abril a la oficina del Secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo firmado por dos senadores: el republicano Jhon Cornyn, por el estado de Texas; y la demócrata, Dianne Feinstein por California, en el que urgen a la acción.

We particulary urge you to press your Mexican counterparts to incorporate industries providing components to the food, medical, transportation, infraestructure, aeroespace, automotive, and defense sectors into their guidance”, escribieron en el documento.

En particular, le instamos a presionar a sus contrapartes mexicanas para que incorporen industrias que brinden componentes a los sectores de alimentos, medicina, transporte, infraestructura, aeroespacial, automotriz y de defensa en su orientación”, dice el texto fechado el 29 de abril, del que poco se conoce en México.

La traducción en español debería haber levantado una ola de protestas de los defensores de la soberanía nacional, muchos de los cuales ahora son funcionarios de la Cuarta Transformación, entre quienes debió ubicarse el canciller Marcelo Ebrard no sólo por la abierta violación a la soberanía de México respecto del vecino del norte, sino por una intromisión burda en la autodeterminación de México.

No sorprende porque desde que Donald Trump dejó de ver la gestión de Andrés Manuel López Obrador, cuyo ideario se acerca más a las causas de la izquierda, como un riesgo para los intereses del vecino del norte, el servilismo es la definición más cercana en la relación bilateral, históricamente asimétrica.

La urgencia por presionar a las autoridades del gobierno del morenista Andrés Manuel López Obrador parecieron surtir el efecto deseado. El anuncio del regreso a la “nueva normalidad” en el gobierno mexicano sucedió sólo unos 14 días después.

Cornyn y Feinstein establecen en el documento dirigido al Secretario de Estado que ese país “importó 346. 1 millones de dólares de bienes de México en 2918; como tal, México desempeña un papel integral en la cadena de suministros de EEUU y es crucial para el funcionamiento de negocios estadounidenses esenciales, particularmente durante la pandemia del Covid-19”.

No es gratuito que al anuncio de la llamada “Nueva Normalidad” titulares de espacios de medios particularmente críticos como Imagen TV en la Ciudad de México hayan elogiado el anuncio del gobierno el miércoles 13. En el fondo, privilegian a grupos empresariales que de suyo tienen intereses particulares.

Volkswagen reportó niveles históricos de venta de sus productos en EU en el primer semestre de 2019 con más de 184 mil unidades y regresará a sus actividades el 1 de junio junto con AUDI, la hermana premium de la firma alemana y no hay forma de frenar esa decisión pues obedece al orden global, no obstante que el traslado y aglomeración de unos 15 mil trabajadores suponga el crecimiento del riesgo en la cadena de contagio del Covid en Puebla.

Debe tener razón Barbosa cuando afirma que no es usual que un gobernador y la propia planta automotriz serán fiel en la balanza de la decisión del regreso a la #NuevaNormalidad.

En su calidad de presidente del Senado muchas peticiones de negociación debieron pasar por su escritorio, aún incluso en contra de los llamados intereses de la nación por un fenómeno global que persiste: el dinero por sobre el valor de la vida de todas las especies.

Dos académicos como Armando Valerdi, académico de la BUAP y José Luis García Aguilar, de la Ibero Puebla coincidieron por separado en que a la administración de Donald Trump le urge colgarse la medalla de la recuperación económica en este año cuando en Estados Unidos habrá elecciones y está en juego la reelección del republicano.