Apenas ayer comentábamos en este mismo espacio que las elecciones intermedias, del próximo 2021 no están definidas, que Morena, a diferencia del 2018, enfrentará a un electorado mucho más crítico que poco le ayudará; y en menos de 24 horas, el propio López Obrador se amarró el dedo por si pierde en las urnas.

Ayer, en la mañanera, AMLO soltó una nueva puntada que debe preocuparnos pero no por el contenido del “documento confidencial” sino por lo absurdo de la idea, que al final logró ser la mejor cortina de humo posible.

Partidos de oposición, opinólogos, consejeros electorales, académicos y personajes políticos; salieron de inmediato a desmarcarse de las acusaciones al aire que lanzaron desde Palacio Nacional en su contra.

La creación de BOA (Bloque de Oposición Amplio), en el papel o en la imaginación del Ejecutivo federal, tiene algunas obviedades, por ejemplo, que sólo en coalición, la oposición podría ser un verdadero adversario para la Cuarta Transformación.

El texto, entregado de manera anónima, según la presidencia, también presenta frases que difícilmente habría escrito cualquier persona que se oponga al régimen actual como: “El gobierno ha logrado mitigar el impacto económico de la crisis sanitaria del Coronavirus”.

Más allá del cachondeo que durante todo el día se dio en redes sociales, desde los memes, hasta el sonsonete de la Sonora Santanera, “la BOA” demuestra que la federación reconoce que las mediciones no le favorecen a un año de la elección para presidencias municipales y diputados locales y federales.

También dejó de manifiesto la ligereza con la cual se dan por hecho y por ciertas las imputaciones contra todos los fifís o simplemente contra aquellos que no simpatizan con López Obrador.

Con ese mismo “sospechosismo” el presidente debería revisar una y otra vez los números de los casos positivos y fallecimientos a causa del Coronavirus.

La burda estrategia del gobierno de Andrés Manuel es una vieja fórmula reciclada que tiene eco en un amplio sector de la población que siempre está dispuesto a generar, alimentar y creer, teorías conspirativas.

Viernes decisivo

Ante el incremento, real no imaginario, de los casos de Coronavirus en Puebla, el gobernador Miguel Barbosa puso sobre la mesa la posibilidad de impedir el regreso a las actividades laborales de las industrias minera, construcción y automotriz.

La decisión que se anunciará el viernes de esta misma semana, podría resultar sumamente antipopular, pero el gobernador ya ha demostrado que la prioridad para él es salvaguardar el mayor número de vidas, incluso, aunque ello represente llevarle la contraria a la federación.

La pandemia en Puebla y en México no está domada y lejos de disminuir los casos de contagios, cada día se aprecia una mayor cantidad de enfermos; sin embargo, muchos poblanos insisten en realizar actividades no esenciales, como pasear en el zócalo de Puebla o jugar partidos de futbol en las unidades habitacionales.