Tremendo abuso de autoridad de un mando de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) echa por tierra el quehacer de la prevención del delito y combate a la delincuencia que tanto anuncia no sólo la Secretaria de Seguridad del Municipio, Lourdes Rosales Solís y la misma presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco.

Resulta que el comandante Ángel García Rosales, del Quinto Sector de la SSC, con la intención de que se olvidara el señalamiento en su contra de comerciantes y vecinos del centro histórico, de ser quien protegió las actividades de la casona conocida como La Maldita Vecindad Dos y de su presunto líder Margaro, encabezó una redada que dejó como saldo 16 detenidos, entre estos una mujer.

Los detenidos fueron presentados mediante un comunicado de prensa como quienes serían los que estaban extorsionando a chóferes del transporte público, por lo que anunciaron estos serían presentados ante las autoridades correspondientes.

Parte del comunicado dice: "A través de un operativo, Policías Municipales adscritos a la Subzona Centro Histórico, Dirección de Control de Tránsito, Unidad Táctica de Reacción (UTR) y Grupo de Reacción Operativa Contra Asaltos (ROCA), detectaron la presencia de 15 hombres y una mujer quienes exigían dinero en efectivo a conductores de las rutas 23, 23 A, 67, 1 y 1 A, por citar algunas".

Pero resulta que todo fue mentira, que los detenidos eran en su mayoría franeleros, otros comerciantes ambulantes y otros de los que se ganan una propina llevando el control de horarios de microbuses, por lo que ninguno de estos fue acusado de extorsión y mucho menos presentados ante un Juez de Control, a todos los liberaron.

Sin embargo, para que los levantados en el "exitoso" operativo no pudieran denunciar el abuso de autoridad en su contra y la difamación de la que fueron objeto, los amenazaron con volverlos a detener e incluso cargarlos con droga para que fueran a parar a prisión, por si se les ocurría acusarlo.

La actitud de comandante García Rosales, al inventar un delito y detener a personas inocentes, aprovechando que estos se ganan la vida como comerciantes informales, difamándolos con foto y todo, es totalmente reprobable, digno de ser investigado por la Comisión de Derechos Humanos.

Lo también reprobable es que el comandante al inventar un delito y detener a inocentes, expone a su jefa principal y a la misma presidenta del municipio, justo en los momentos en que se encuentra en debate la seguridad de los poblanos.

Además, no es la primera vez que Don Ángel García Rosales, se ve involucrado en una detención donde al sospechoso le siembran pruebas, sobre todo cuando se trata de comerciantes que no le entran con su moche.

Nos vemos cuando nos veamos.