La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves, por apenas un voto de diferencia, el polémico plan fiscal promovido por el expresidente Donald Trump, que incluye un nuevo impuesto del 3.5% a las remesas enviadas al extranjero.

De acuerdo con datos del Banco de México, solo en 2023 el país recibió más de 63 mil millones de dólares en remesas, una cifra récord. El nuevo impuesto implicaría que por cada 100 dólares enviados, 3.5 serían retenidos por el gobierno estadounidense, reduciendo significativamente los ingresos de las familias receptoras en México, muchas de ellas en situación de vulnerabilidad.

Además del impuesto a las remesas, el megaproyecto fiscal contempla la reducción de más de un billón de dólares a programas sociales como Medicaid y Medicare, lo que podría dejar sin cobertura médica a casi nueve millones de personas. La Oficina de Presupuesto del Congreso advirtió que, en conjunto, estas reformas elevarían la deuda nacional en 2.4 billones de dólares durante la próxima década.

El plan también extiende exenciones fiscales del primer mandato de Trump, elimina apoyos para programas de energía limpia y recorta beneficios a universidades, mientras que aumenta el presupuesto para políticas migratorias restrictivas.

A pesar de la fuerte oposición dentro del propio Partido Republicano, especialmente por el impacto social de los recortes, Trump logró convencer a los legisladores indecisos tras una reunión de último momento en la Casa Blanca. El proyecto ahora se dirige al Senado, donde se espera su discusión en las próximas semanas con la intención de promulgarlo antes del 4 de julio.