La Reforma Electoral aprobada en una maratónica sesión del Congreso, la última del tercer período ordinario de sesiones, tiene algunas cosas positivas, aunque también incluyó un par de dedicatorias bastante claras, una para impedir la reelección y la otra para controlar al Instituto Electoral del Estado.
Comencemos por lo bueno. Al menos en teoría, ahora sí se sancionará la violencia política de género y no sólo serán amonestaciones públicas. Quien resulte sentenciado por violentar a las mujeres no podrá aspirar a un puesto de elección popular. Así quedó asentado en el Código Electoral y hemos de velar porque se respete tan importante castigo, sólo de esa manera evitaremos que casos como los de Ana Teresa Aranda, Blanca Alcalá, Roxana Luna y tantos más, se repitan.
Es más que claro que se busca evitar a toda costa que personajes como el diputado Héctor Alonso Granados, quien se encuentra en la tablita por sus constantes comentarios misóginos, lleguen nuevamente al Congreso.
Sin embargo, los diputados también aprobaron que el Congreso del Estado sea quien designe al encargado de la Unidad Técnica de Fiscalización del IEE y al Secretario Ejecutivo.
Esta nueva facultad ha sido interpretada como una clara intromisión al Instituto Electoral del Estado, que en más de una elección ha demostrado que no es tan independiente como debería. También podría leerse como una clara revancha por parte de Morena tras la cuestionable participación del IEE en la elección de 2018, cuando Martha Erika Alonso y Miguel Barbosa tuvieron que llevar a tribunales federales la elección.
Tan delgada es la línea que esta reforma podría ser analizada por el Instituto Nacional Electoral y como máxima autoridad, salir en defensa del organismo local, presentando una controversia.
La Reforma Electoral, una más de las que se han realizado en la última década, incluye prohibiciones que agradeceremos los ciudadanos como la eliminación de propaganda en espectaculares y el transporte público.
En contraparte, el tema de las firmas para los candidatos independientes no fue rebajado pese a los múltiples reclamos de quienes intentaron participar sin el respaldo de un partido político, lo que nuevamente representa un candado para los ciudadanos que buscan acceder a un puesto de elección popular sin tener que supeditarse a las siglas de alguna franquicia.
SOS desde el Hospital Psiquiátrico
Desde el Hospital Psiquiátrico Dr. Rafael Serrano, mejor conocido como “El Batán” lanzaron un llamado de auxilio luego que se presenta un brote de coronavirus que ya cobró la primera víctima mortal.
Dos son los problemas principales que se presentan en este nosocomio. El primero de ellos es que el personal médico y de apoyo no cuenta con el Equipo de Protección Personal (EPP) adecuado. Como consta en la imagen que nos hicieron llegar, se les otorgaron batas de manga corta cuando lo indispensable para atender a los usuarios que se contagiaron con Covid es un overol que cubra todo el cuerpo y la ropa.
De guantes, la dotación es insuficiente. Un solo par para toda la jornada no basta y de cubrebocas N95 ni hablamos. Ante ello, varios de los trabajadores se han visto en la necesidad de desembolsar hasta 300 pesos por jornada para adquirir artículos de protección.
La siguiente urgencia es adecuar el hospital para contar con un espacio donde resguardar a los más de 28 usuarios que ya están diagnosticados como positivos de Covid, pues la enfermería sólo tenía 8 camas que eran suficientes para los 250 internos pero ante el brote, se requiere de una reconversión, de lo contrario los confirmados tendrán que pasar la enfermedad en sus pabellones, es decir, cohabitando con al menos 15 personas más.
La sanitización del hospital, la contratación de personal que supla al personal médico que está de incapacidad y mayor agilidad para atender a los enfermos en Hospitales Generales, son otras de las súplicas que hasta este columnista han llegado.