El ama de casa, el empresario, el taxista y la profesionista saben que la situación económica de México requiere de acciones extraordinarias. El nivel de afectación por la pandemia, pero también de acciones como la cancelación de proyectos de la magnitud de un aeropuerto internacional y una planta cervecera, exigen que los responsables de la conducción económica del país diseñen políticas públicas que incentiven las micro, pequeñas, medianas y grandes empresas. De otra forma, México permanecerá estancado en la recesión, en la pobreza y en la infelicidad.
No es momento de políticas económicas inerciales, sino de acciones efectivas, inmediatas y de hondo calado en favor de la economía familiar.
El principio básico de la economía consiste en la generación de valor y nueva riqueza, que comúnmente se cuantifica en el ingreso nacional a través del Producto Interno Bruto (PIB) y a partir de él tiene lugar el ciclo consistente en tres etapas: generación de ingreso, distribución y gasto del valor y la riqueza.
Ese ciclo es el que da vida a todo sistema económico, y es justamente el que está dañado en nuestro país: en su primera fase (de generación de ingreso) por la pandemia del Covid-19 y en la tercera (relativa a la asignación o reinversión) por parte del gobierno de Morena, creando el huracán económico perfecto que está destruyendo al país por no haber riqueza que distribuir.
Hasta el año 2018 México tenía la undécima economía más grande del mundo, lo cual representaba una mayor capacidad para crear empleos, diversificar oportunidades y aminorar las desigualdades; propósitos que se veían potenciados al ser el decimoquinto exportador mundial y la segunda economía más grande de Latinoamérica. El reto se centraba en la distribución cada vez más igualitaria de la riqueza.
Pero dichas clasificaciones son cosas del ayer, pues nuestro país caerá varios lugares debido al deterioro del sistema económico, y para el cual, lamentablemente, no existe desde el gobierno federal un programa para sanar y corregir.
De aprobarse el paquete económico para el año fiscal 2021 en los términos planteados por la Secretaría de Hacienda, estaremos frente a una realidad que golpeará a todos los mexicanos y que confirmará el peor de los escenarios para nuestra población.
Estamos hablando de que hasta el momento México es el país de América Latina con la previsión más negativa, en la que no hay T-MEC que valga ante una caída económica que podría ser de dos dígitos, teniendo claro que cada punto del PIB mexicano representa casi 300 mil empleos.
Las y los legisladores priistas han expresado su preocupación por el contenido del paquete económico, en el cual es evidente una contradicción de fondo: se reconoce que la economía mundial está muy mal, pero se dice que a México le va a ir “requeté bien”.
El PRI planteará desde el trabajo en comisiones y desde la misma tribuna legislativa las acciones que necesitan las amas de casa, los albañiles, los abogados, los estudiantes y los empresarios para salir adelante, y no cejaremos en nuestro propósito de sacar a México de la peor crisis que haya vivido en toda su historia.
En esa ruta avanzamos.
Alejandro Moreno, Presidente Nacional del PRI.