Vergüenza debería darles a nuestros diputados locales, que con excepción de Rocío García Olmedo y Estefanía Rodríguez Sandoval, perdieron la oportunidad de ser parte de la historia legislativa de Puebla al haber tenido que legislar la ley que aprueba los matrimonios igualitarios por órdenes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En ese afán de congratularse con las altas esferas del poder, 39 de los 41 diputados perdieron la oportunidad de mostrarse como una legislatura de avanzada que actúa en favor de la realidad social.

El día de ayer, durante horas, el hashtag #MatrimoniosIgualitariosEnPuebla fue la principal tendencia en México, por encima de las elecciones en Estados Unidos y del arranque del proceso electoral.

Y es que no era un asunto menor, lo de ayer, fue un hecho histórico que nuestros diputados jamás entendieron y prefirieron que fuera la SCJN la que les corrigiera la plana y ordenara aprobar los matrimonios igualitarios.

Fue así como nuestros levanta dedos asumieron la orden de los Ministros de la Corte en lugar de haber sido los grandes protagonistas de una ley histórica.

En conclusión, “la tuvieron, era suya y la dejaron ir”.

Arranca el proceso electoral

Como todo en este 2020, el proceso electoral ya que ya inició será uno de los más atípicos de la historia moderna de México, tres cosas lo hacen tan peculiar: que se inscribe en medio de una pandemia que no da tregua, que se trata de la primera ocasión en la cual se permitirá la reelección de políticos y la tercera, no menos importante, que llega en un momento histórico en el cual la polarización del país alcanza niveles inimaginables.

Con estas tres cuestas y con una relación muy desgastada con el presidente Andrés Manuel, quien un día tras otro se esmera en debilitar las instituciones, el Instituto Nacional Electoral (INE) y los organismos locales tendrán que hacer maravillas para organizar, fiscalizar y llevar a buen puerto las votaciones del próximo 6 de junio.

En Puebla, sólo por dar algunos números, casi 5 millones de personas estarán en posibilidades de votar para elegir a más de 2 mil 800 representantes populares, entre ellos 15 diputados y diputadas federales y 26 locales de mayoría relativa.

Una vez que el proceso arrancó no dude que en los próximos días los golpes bajos y el fuego amigo entre los que buscan reelegirse y quienes aspiran a una candidatura, serán la constante.

En estos meses habremos de conocer la creatividad de los estrategas, quienes deberán encontrar nuevas formas de llevar el mensaje, nombre y rostro de sus candidatas y candidatos sin los acostumbrados actos multitudinarios.

Como nunca, los medios de comunicación habremos de jugar un papel invaluable, tanto para informar de las medidas sanitarias que se tomen en las siguientes semanas para afrontar al coronavirus, como para ofrecer información verificada y aclarar todas las dudas que este atípico proceso electoral irá generando.

La investigadora presidencial

Entre las sorpresas de este súper martes está la lista que reveló el Conacyt con el nombre de todas y todos los integrantes del Sistema Nacional de Investigadores, nivel 1.

 

 

Más tardaron en cargar las 307 páginas del PDF donde se publicaron los nombres de los investigadores que las redes sociales en cuestionar cómo es que a la esposa de AMLO le alcanza el día para ser catedrática de la BUAP, embajadora sin título, madre, polémica tuitera, escritora y ahora hasta investigadora.

Sin duda que para Beatriz Gutiérrez Müller este ascenso es motivo de orgullo, aunque no tengo claro si para los mexicanos representa lo mismo, ojala que al menos con este nombramiento López Obrador se lo piense dos veces antes de recortar o eliminar los fondos para los científicos de nuestro país.