De nada sirvió a Puebla, tener poblanos en las cumbres del poder legislativo nacional.  

El recorte al presupuesto a ejercer en el estado, finalmente llegó.  

El presupuesto federal en el 2021 de acuerdo a lo aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación, representa una disminución de 6 mil 379.9 millones de pesos menos en comparación con el 2020.  

De acuerdo con el documento avalado por los legisladores a la entidad le fueron asignados 88 mil 311.5 millones de pesos, una cifra menor a los 94 mil 691.4 millones que se autorizaron este año.  

De nada sirvió que el poblano Alejandro Armenta Mier, liderara la comisión de Hacienda del Senado.  

 

Tampoco que otro poblano, Ignacio Mier Velazco, presidiera la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados federal.  

Mucho menos que políticos en puestos de menor envergadura como Fernando Manzanilla o de Nayeli Salvatori, fueran a sus curules.  

Los Tiks Toks de la diputada no sirvieron de nada.  

En tanto a Fernando Manzanilla Prieto, parece más preocupado por el próximo reemplacamiento en Puebla.   

Ahora ambos, se han mostrado muy calladitos en sus redes sociales ante el recorte presupuestal.  

Así de callado estuvo Manzanilla Prieto, como cuando su cuñado Rafael Moreno Valle, realizó el reemplacamiento en su gobierno.  

 

En ese tiempo no dijo ni pio, aunque también así estuvo con mucho más temas en aquel sexenio.  

Claro, ahora sus intereses personales son otros y no cuadran con luchar por el presupuesto.  

Ante la situación, ahora el gobernador Miguel Barbosa, tiene que hacer malabares.  

Uno de ellos muy loable, el recortar recursos a la Secretaria de Bienestar que manejaba dinero hasta por 10 mil millones de pesos.  

Sobre todo, en año electoral es de aplaudirse esa medida.  

Esos recursos los repartió y mandó a los servicios de salud, con lo que se demostró que la prioridad es atacar la pandemia de Covid-19.  

Se antepone la salud de los poblanos, lo cual es fundamental en esta crisis. 

En tanto, los legisladores sí estarán buenos para la foto y ellos sí pensando en el 2021.  

Tiempo al tiempo.  

Los desagradecidos de La Italiana  

Hace unos días el grupo La Italiana o Italpasta anunció la celebración de sus 100 años con bombo y platillo.   

Pero lo que no dijo la empresa, que una de sus fábricas, ubicada en el barrio de Santa Anita de la ciudad de Puebla, ha causado graves afectaciones a sus vecinos.   

Incluso desde 2011, el ayuntamiento de Puebla, en ese entonces presidido por Eduardo Rivera, revisaría el uso de suelo y permisos de la empresa tras las serias afectaciones a las calles del barrio, incluso no se descartaba una reubicación.   

Así lo documentamos en varios reportajes. 

Pero pasó el tiempo y nada.    

Solo hay que darse una vuelta para ver que desde entonces las calles del barrio se mantienen sucias y con enormes baches, sino también llenas de tráileres estacionados por doquier a toda hora.   

Además, hay carretadas de basura que atraen ratas, cucarachas, así como calidad del aire, altas temperaturas y ruido extremo.   

La empresa en su fiesta de centenario no anunció algún apoyo, ni siquiera para el templo de Santa Anita que está a punto de derrumbarse nuevamente.   

La firma cuenta con nueve plantas, siete en Puebla y dos en Guanajuato donde produce pastas, harinas y galletas, para el mercado mexicano y de exportación a Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica.   

Ayudar al barrio de donde surgió es de agradecidos y quitar un pelo a un gato para la empresa.   

Pero de pena ajena su compromiso social