Hasta hace unos días las aguas en el Congreso eran tranquilas y los diputados nadaban de a muertito, pero a alguien se le ocurrió lanzar una piedra que está generando un tsunami, que desnudará a esta legislatura que lejos de ser de izquierda como presume, es más mocha que el propio Yunque.

Este martes presentamos en Intolerancia Diario una radiografía que advierte que las iniciativas para aprobar la despenalización del aborto en Puebla podrían quedarse en buenas intenciones porque en la “Legislatura de Izquierda”, la mayoría la tiene la derecha.

Al menos 19 diputadas y diputados –de los 41 que conforman la actual legislatura- han manifestado abiertamente su rechazo para permitir la interrupción del embarazo hasta la semana 12; otros 4 legisladores se mantienen en veremos.

Si no se obtienen los 21 votos a favor de la despenalización del aborto será imposible que se avance en garantizar los derechos reproductivos de las mujeres y cumplir una de las principales demandas de las feministas que mantienen tomado el Congreso de Puebla desde hace una semana.

Estoy cierto que cuando Estefanía Rodríguez Sandoval lanzó la piedra para remover las aguas y buscar reflectores que la posicionaran después del mal trabajo hecho en la comisión que preside, la de Derechos Humanos, no imaginó la ola que generó.

 

Aunque la coalición Juntos Haremos Historia se dijo progresista existen al menos cinco representantes de ella que definitivamente no aprobarán la iniciativa que encendió la mecha.

Por el PES, están Mónica Lara Chávez y José Luis Trujillo de Ita. La primera es una legisladora identificada con Fernando Manzanilla Prieto y el segundo un convencido militante de un partido de inspiración cristiana que defiende la vida desde la concepción, a ultranza. 

Las diputadas de Morena, María del Carmen Saavedra Fernández y Cristina Tello Rosas han portado en las sesiones del Pleno su pañuelo azul, símbolo de quienes rechazan la despenalización del aborto.

Por el Partido del Trabajo, está María del Carmen Cabrera Camacho, quien bloqueó la iniciativa de Rocío García Olmedo y ha confesado que está en contra del aborto. 

Hasta hace un año se había sumado a los pañuelos verdes Marcelo García Almaguer, pero ante su virtual regreso el PAN, tendrá que votar en contra para que no se vea afectado su proyecto político de buscar una diputación federal, demostrando así que sus convicciones políticas son más fuertes que sus compromisos sociales.

En el caso del PRI, no imaginamos votando a favor a Javier Casique Zárate quien ha dicho públicamente que no está de acuerdo con la propuesta para que las poblanas dejen de viajar a la Ciudad de México para realizarse la práctica médica. 

De los indecisos vemos a Fernando Sánchez Sacia, diputado por Tehuacán y a su compañero de Morena, Emilio Maurer Espinosa; además de los priistas Josefina García Hernández y Nibardo Hernández Sánchez. 

En conclusión las leyes para proteger la salud de las mujeres y sus derechos reproductivos seguirán con la línea de la Vela Perpetua, donde importa más el ¡qué dirán¡ que salvar vidas. 

El chapulín de Lorenzini

Entre las muchas cosas que se les reclaman a los políticos es que cambien de partido político como de calzones.

La fotografía de Julio Lorenzini junto a Mario Delgado, que el propio cholulteca presumió en sus redes sociales, fue un bumerán que le generó fuertes críticas.

No faltó quien le recordará sus inicios en el PRI, su paso por el PAN, su adherencia a la corriente morenovallista y ahora su conversión casi mesiánica a la 4T.

Esperemos que esta purificación le ayude a explicar las cuentas que tiene pendientes y que no se convierta en un candidato o funcionario como Manuel Bartlett.

Veremos y diremos.