La tarde del jueves 26 noviembre, aproximados 8 sujetos que portaban armas de asalto y escuadras ingresaron a la casa del Juez de Paz de La Resurrección, Bernardo Mateo Pérez, quien además es comerciante
El domicilio se ubica en la colonia Noche Buena, lugar donde se apoderaron de objetos de valor y de una fuerte suma de dinero, además de que se llevaron al Juez, dejando una severa advertencia.
"Vamos a matar a todos los que vivan en este pinché pueblo".
Posteriormente, la familia recibió las llamadas telefónicas subsecuentes de un secuestro.
Los desconocidos, de los que aún no se sabe a qué cédula o grupo pertenecen pidieron 2 millones de pesos para entregarlo con vida.
La esposa del secuestrado les advirtió que no iba a denunciar lo que se llevaron y en respuesta le advirtieron que matarían a su víctima sino se cumplían sus órdenes, además le dieron a entender que antes de perpetrar el secuestro los estuvieron investigando.
El Juez de Paz, durante las horas que duró secuestrado lo mantuvieron oculto en un punto de San Miguel Espejo, donde también estuvo la camioneta blanca de 4 puertas en la que se lo llevaron, además de que lo golpearon en forma constante.
Los secuestradores estuvieron golpeando a su víctima, le advertían que lo iban a matar y que después regresarían a su casa para acabar con su familia.
Tras el pago de un millón de pesos, el secuestrado fue liberado en algún lugar de San Miguel Canoa, con todas las divergencias del caso por si se le ocurría denunciarlos.
Al transcurrir los días del plagio, los rumores de quienes fueron los que perpetraron el secuestro son muchos, incluso dicen que a raíz de lo ocurrido comerciantes de esa zona son amenazados para que paguen piso y no los secuestren.
El audio de la grabación de una de las llamadas de los secuestradores se ha expuesto a través de redes sociales.
En esa llamada se retrata la desesperación de los familiares de víctimas de secuestro.
¿Cuántos de estos secuestros no han sido denunciados ante el terror que imponen estos maleantes a los familiares de sus víctimas?
Nos vemos cuando nos veamos.