Fue ante el Ministerio Público donde se perdió la confianza, en esta ocasión, para quienes investigan delitos.
Un sujeto acusado de asesinar a su pareja sentimental de dos balazos, como resultado de una fuerte discusión, habría sido puesto en libertad, solo por ser familiar del presidente municipal de San José Acateno.
Por lo menos así lo dicen las noticias de medios informativos locales, que presumen que el homicida fue detenido después del crimen y trasladado ante esa autoridad, donde lo dejaron libre, así de simple.
Un feminicidio más
Fue la noche del viernes 11 de diciembre, Edgar de Jesús Murrieta Navarro, el presidente municipal de San José Acateno, le celebró su cumpleaños al padre de Julio Cabañas Méndez, el expresidente municipal.
La comilona, seguida después de una fiesta donde corrió el licor, sin una "sana distancia", fue en el Rancho El Guayabal, que es propiedad del presidente de Acateno.
El licor llevó a los asistentes a cambiarse de nombre, y entre música y bebidas, una de las parejas convidadas comenzó a discutir acaloradamente y los manotazos fueron los primeros en aflorar.
Los reportes no precisan si fue en el interior del rancho o a la salida, pero el sujeto sacó un arma de fuego y le disparó en dos ocasiones a su pareja y la privó de la vida al instante.
Tras las detonaciones del arma y el crimen todos los invitados corrieron, sólo quedó impávido el homicida, quien de inmediato fue desarmado, mientras que otros daban fin a la parranda que no debió ocurrir, por las recomendaciones a nivel nacional de suspender cualquier tipo de celebración, por el tema del Covid-19.
Sobre el piso quedó una mujer que no pudo defenderse ante un arma de fuego. El cuerpo femenino permaneció inerte hasta que fue levantado por investigadores que debieron haberle puesto, por lo menos a la librería que llevaban, otro caso de feminicidio.
Se supone que el sujeto que, de manera artera asesino a una mujer, fue presentado ante el Ministerio Público en Teziutlán y algo pasó, porque casi de inmediato fue liberado, hasta la pistola le debieron haber regresado, para que se siguiera la fiesta como si nada hubiera pasado.
Debieron haber pensado que ese cobarde crimen "no tenía la menor importancia".
Y para la liberación de tamaño homicida fue necesario un acto de total corrupción, donde pudo haber corrido mucho, pero mucho dinero o el tráfico de influencias, o los dos juntos.
El caso es que otro feminicida está libre, como muchos otros que en Puebla han asesinado mujeres, como el elemento de la Policía del Estado, y otros más, solo que, a este en particular, el de San José Acateno, lo dejó ir la misma autoridad.
¿Y luego?
El crimen sucedió entre las celebraciones del 12 de diciembre, por lo que hasta el momento no ha trascendido en medios, pero no tarda el ser otro escándalo más.
Y entonces en qué quedamos.
¿Ni una más?
Nos vemos cuando nos veamos