Una cátedra en materia de transparencia le dio el comisionado Carlos Loechsman a la presidenta del Instituto de Acceso a la Información Pública, Marcela Carcaño, en su última sesión.

Y es que técnicamente fue reprobada al presentar su informe de labores, el que le habíamos adelantado en este mismo espacio, deja mucho que desear en su labor del año.

Loechsman, en su despedida como comisionado, le señaló directamente que daba su voto en contra por el mal trabajo.

Para muestra un botón: la baja aprobación de sujetos obligados; enfocarse al trabajo solo de la presidencia y no de todo el instituto ni aterrizar convenios, entre otras irregularidades.

Ante la nueva falta de la tercera comisionada Gabriela Sierra, solo había dos votos. 

Obviamente la Marcela Carcaño, no podía dar su voto de calidad ante el empate, por ser su mismo informe.

De este modo, el comisionado la instó a presentarlo ante el Congreso, pero Marcela, prefirió rehuir y postergarlo para la siguiente sesión.

Claro, no sin antes doblegarse y aceptar se interpusieran las modificaciones que pidió Carlos Loechsman.

Cómo quien dice, sacó el asunto de panzazo.

Ahora, aunque su informe fue aprobado, la realidad es que lo fue solo bajo condición de ser mejorado.

Tendrá que ser más realista al ser nuevamente presentado ante el pleno en la siguiente sesión, en la que ya no estará Carlos Loechsman.

Por eso apostó a postergarlo y no a presentarlo ante los diputados.

Por cierto, Marcela Carcaño se retiró de la video-sesión, en pleno berrinche, al desconectarse intempestivamente.

Claro, adujeron problemas técnicos.

Pena ajena.

El conflicto migrante 

Vaya problema que se está gestando entre los paisanos que están en Estados Unidos y manejan recursos del erario poblano. 

Miembros del consejo consultivo de “Mi Casa es Puebla” en la ciudad de Los Ángeles, California, incluyendo a su directora Patricia López, denunciaron extorsión y acoso laboral. 

Hay una seria rivalidad entre clubes y federaciones de migrantes ya muy añeja. 

Acusan a líderes del consejo consultivo de las oficinas de Nueva York y los Ángeles de lucrar con los programas del estado, cobrando cuotas por debajo del agua. 

Uno de ellos es Pedro Ramos, presidente de la Unión de Poblanos en el Exterior, quien promueve la feria de los moles en el sur de California. 

Lo acusan de cobrar cuotas enormes para que les permita participar. 

Y eso nada más es un ejemplo, luego les platicaremos de más líos de este tipo más allá de la frontera.