Lo invito a reflexionar. En Tecamachalco, durante la administración de Inés Saturnino López Ponce como presidente municipal de 2014 a 2018, surgió, entre muchas organizaciones criminales, la de Humberto R.A., dedicada entre otros menesteres al robo de hidrocarburos, además del asalto a mano armada a vehículos de transporte.
La banda de este personaje tenía su centro de operaciones en el municipio de Tochtepec, además de la Junta Auxiliar de San Mateo Tlaixpan, en Tecamachalco, tierra del mismo Saturnino López, que mantuvo azorados a sus habitantes.
Dichos habitantes verdaderamente estaban preocupados porque todos los días desfilaban por San Mateo decenas y escenas de camionetas que trasladaban hidrocarburos robados, seguidas de vehículos donde iban hombres armados en calidad de escoltas.
Y mucho más les preocupaba que sus integrantes, hasta este momento, no han sufrido ningún tipo de persecución policíaca. De hecho, los que por alguna razón fueron detenidos, en estos momentos están libres y siguen dentro de la organización criminal. Y, faltaba más, tienen unos abogados listos para sacarlos de cualquier problema, con amarres entre autoridades judiciales.
Se trata de los abogados Guadalupe Flores Rojas, Humberto Rodriguez Amaro y Eredia Cano Enrique, quienes tienen como titular de despacho a Juan Urrieta Urrieta.
Pero resulta que Juan Urrieta fue nada menos que el secretario general del Ayuntamiento de Tecamachalco, cuando el presidente municipal era el mismo Inés Saturnino López Ponce.
Y ni quien diga nada.
Los maleantes al mano de Humberto R.A., operaban en un municipio donde eran intocables. Primero, porque su base principal era cerca de la casa del presidente municipal y luego porque los abogados de este grupo eran de la gente de confianza del edil. Es más, aún siguen siendo.
Y es claro y lógico que Don Inés Saturnino protegió a capa y espada a este grupo de maleantes, utilizando incluso a su secretario general para que sus abogados los defendieran.
De ese tamaño se las gastaban.
Nos vemos cuando nos veamos.