Quiubo, banda intolerante. Su héroe de barrio está de vuelta para traerles la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense porque me les vengo.

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Maleantes se agasajan en Texmelucan

Me cae manada que, entre el pinche Covidio-19 y la santa madriza a nuestra economía, este 2021 pinta requete jodido. Y mientras todos nos estamos tronando los dedos pa’ sacar la papa diaria y cuidándonos las tepalcuanas del virus, hay municipios en donde el 2020 les dio una probadita del infierno que se les viene.

Uno de esos infiernos es el que nuestros pobres compadres de San Martín Texmelucan están padeciendo, porque hasta la nariz de su héroe de barrio llegó el santo tufazo de inseguridad que se carga el municipio.

La Netflix es que al ayuntamiento morenista de San Martín Texmelucan, el paquete de seguridad pública en el 2020 le quedó enorme a Doña Norma Layón y compañía porque, como diría mi jefecita, números son números.

Y es que agárrense pos las cifras que dio la Fiscalía General de Puebla sí están canijas.

Pa’ arrancar, los amantes de lo ajeno le pegaron con singular alegría al robo de casas aumentando un 36%. Luego, se reportó un feminicidio más en 2020 que en el año anterior.

En el robo a transportistas santo agasajo se dieron los maleantes pasando de 98 a 229 pinches robos reportados. ¡Nomás sacando la calculadora estamos hablando de que incrementó 134%! Y del robo a los pobres transeúntes mejor ni hablemos.

No hay que haber chambeado en el Pentágono o ser Rambo pa’ darse cuenta que la estrategia de seguridad del gobierno de Norma Layón tiene más hoyos que las calles de la capital.

Para los texmeluquenses, si con la pandemia el horno no está para bollos, nomás imagínense qué chingadera debe ser que lo poquito que uno pueda ganar o tener, con la mano en la cintura lleguen a quitártelo a punta de pistola.

Su héroe de barrio no quiere ser malpensado, pero pos la duda mata, Doña Norma. ¿Pa’ qué bando está jugando su jefe de seguridad?

El hueso flexible de Nora Merino

Con las funciones del pancracio electoral a punto de arrancar, no faltan los soñadores, por no decir otra cosa, que ya se ven con un nuevo hueso. Tal es el caso de la actual presidenta de la Comisión Permanente del Congreso de Puebla, Nora Merino Escamilla.

Entre que son peras o manzanas, la diputada tiró la piedra de que ella sigue metida al cien en su chamba, pero que, en caso de querer buscar la reelección, lo haría por Morena. Y todo porque el Partido Encuentro Social, el cual la postuló y fue en alianza con Morena, perdió el registro en 2018.

El pedal es que, de acuerdo a la ley, quien quiera más hueso, digo reelegirse, tendrá que llevar bandera del mismo partido o de la coalición que la llevó al puesto.

Si le metemos un poquito de lógica, con la extinción del PES original, ya no podría buscar cuatro años más en el Congreso. Pero, como suele ser costumbre, la ley en México es requete flexible.