En uno de los peores momentos de la pandemia en México, a López Obrador se le hizo buen momento para ponerse a improvisar.

En lugar de utilizar lo que ya funciona, tomar la palabra a empresas farmacéuticas, universidades como la BUAP y a miles de estudiantes de las ramas afines a medicina que podrían vacunar masivamente a todos los mexicanos, se empeñó en meter las manos, acaparar la aplicación de las inmunizaciones y politizar la inmunización.

El recorte de dosis y el retraso de tres semanas que ya confirmó Pfizer vendrán a complicar tanto la segunda aplicación a quienes ya inocularon primera, como a quienes aún no han sido convocados para vacunarse.

Este martes se prevé que en La Mañanera se presente el calendario de vacunación, ese que tuvo un primer ajuste tras la renuncia de la titular nacional del programa y que estará nuevamente trasquilado para que se incluya a los operadores políticos de AMLO; perdón, a los “servidores de la nación” para ser vacunados antes que médicos o personas de la tercera edad.

Para nadie es sorpresa que para López Obrador los datos son otros, las prioridades son otras y mientras su estructura electoral andará deambulando por todos los rincones del país, nuestro personal sanitario, ese que lleva más de 10 meses jugándose la vida a diario, deberá esperar.

El desdén del gobierno federal al personal médico que labora en empresas privadas, que se vio reflejado en nefastos videos como el de Nayeli Salvatori, es también una muestra de las exclusiones a priori que realiza el presidente, quien debería gobernar para todos.

Los médicos de las farmacias que tienen al lado un consultorio general carecen de los altos honorarios que se imaginan los fanáticos de AMLO y atienden, en precarias condiciones, muchos casos de detección de Covid. Ellos, al igual que el personal que se encuentra en las instituciones públicas o privadas, están en la primera línea, pero al gobierno de la 4T se le olvida.

De las falsas palabras solidarias de Andrés Manuel señalando que México generosamente donaría algunas de sus dosis para que los países más pobres pudieran adquirirlas, mejor ni hablamos, al final la ONU dejó en claro que no fue una “cortesía” del país ni del presidente, sino un llamado internacional.

El regalo (indirecto) del tribunal a Claudia

De última hora, la presidenta municipal del Puebla, Claudia Rivera, recibió un regalo indirecto que debió caerle como una bocanada de oxígeno.

El Tribunal Electoral “recortó” a 90 días el plazo mínimo para que quienes aspiran a la reelección se separaren del cargo.

Esta resolución que beneficia a más de medio centenar de alcaldes y diputados locales que buscan continuar en sus puestos, permitirá a la edil continuar al frente del gobierno capitalino, con toda la exposición mediática que eso implica, durante treinta días más.

Seguramente esa era la apuesta de Rivera Vivanco, con quien compartí una charla justamente la mañana de ayer y quien rotundamente se negó a confirmarme o negarme que solicitaría, mañana miércoles, licencia ante el Cabildo.

En la entrevista realizada en el Palacio Municipal, también abordamos temas incómodos como los señalamientos de corrupción y otros menos tensos como la visión de ella del primer gobierno de Morena en la capital de Puebla.

Si tienen unos minutos, les invito a ver nuestra plática.