El anuncio de ayer del PAN sobre la designación de Eduardo Rivera como virtual candidato a la presidencia municipal de Puebla pone sabor a la contienda local por muchas razones y hoy quiero plantear la posibilidad de que se repita la contienda Rivera – Rivera.

Suponiendo que Morena reitere que en Puebla capital la candidata deberá ser mujer y que la famosa encuesta patito revele que la alcaldesa Claudia Rivera es la mejor posicionada por esa coalición, los poblanos estaremos ante un escenario inédito.

Por primera vez tendremos la oportunidad de decidir con nuestro voto cuál de las dos administraciones Riveristas nos gustaría repetir, la de Claudia o la de Lalo.

Y aquí subrayo que ambos tienen una cosa en común, los dos, por diferentes razones han sido o fueron, relegados del reino de Casa Puebla y Casa Aguayo, así que ambos presidentes han tenido que remar contracorriente y buscar en la federación los lazos y apoyos que en el gobierno estatal no encontraron.

Esta revancha inmediata se dará en una arena política completamente diferente a la de 2018, principalmente porque a diferencia de ese año en que la ola lopezobradorista arrasó, ahora muchos de los fans y votantes de AMLO se han desencantado y bien podrían ejercer un voto de castigo.

¿Se dará en Puebla esta inédita revancha?

Veremos y diremos

Las fichas —penales— del Movimiento Naranja

Después de las quejas en redes sociales sobre las fotografías de que José Elías Medel Galindo sube con su hija menor de edad, en Movimiento Ciudadano volvieron a lavarse las manos y dijeron que el precandidato a diputado por el distrito 7 de San Martín Texmelucan, simplemente no tendría cabida en el partido ni sería un candidato naranja.

El problema de fondo es que se trata de la segunda ocasión, la primera fue con Manlio López Contreras, que tienen que salir los líderes de este partido a apagar el fuego y decirnos que ya lo pensaron bien y que siempre no, que no entregarán las candidaturas a violentadores de mujeres o a presuntos pedófilos.

Las dudas son muchas. Saltan dos, ¿Cómo elige este partido a sus precandidatos? y ¿Qué nos garantiza que el resto de los aspirantes e incluso los que logren las postulaciones sean realmente los mejores candidatos?

Hasta el momento, estos dos ejemplos nos demuestran que además de no tener cuadros propios, Movimiento Ciudadano tampoco tiene el más mínimo interés en revisar que quienes va a lucrar con su marca sean personas sin señalamientos ni sentencias por violencia de género.

Ahora entendemos porque las mujeres de ese partido le hicieron el vacío recientemente a su dirigencia y no dude usted que ese enojo se traslade y se vea reflejado el día de la elección cuando las emecistas decidan hacer una huelga de brazos cruzados.