Quiubo, banda intolerante. Una entrega más en las que este héroe de barrio les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense porque me les vengo.

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Allá por mi barrio bravo, donde aprendí a aplicar los verdaderos castigos a la rodilla y lances desde la tercera cuerda, siempre me decían: Dios los hace y ellos se juntan.

Y es que me cae de madre que bien dicen que tenemos a los gobiernos y políticos que nos merecemos, porque tenemos tan poquita memoria que no nos acordamos ni del día en que vivimos.

Porque la neta, nomás no me entra en la cabeza cómo carajo es que habiendo tantas noticias verídicas, no de esas con olor a tlacoyo, ningún poblano levanta la voz pa’ decir, aunque sea, unas mentadas de madre ante el pinche cinismo.

Chéquense ésta.

En las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), del bolsillo de los poblanos sale el sueldo pa’ la famosa Judith Torres. Doña Judi, como se le conoce a la flamante titular del departamento de Dirección de Vinculación, Prevención del Delito y Recursos de la SSP.

Hasta acá todo en orden, ¿no? Una funcionaria pública siendo pagada por su chamba.

La cosa se empieza a poner rarita cuando uno se entera que la Judi está anotada pa’ ser candidata a diputada federal bajo los colores panistas, en su natal Tonalá, Chiapas.

Para acabar de hacerla chillar, en los pasillos se sabe que la brillante funcionaria chiapaneca no ha tenido la decencia de presentar su renuncia al cargo dentro de la SSP, como lo marca la ley.

¿Pos cómo? De algún lado tiene que salir los gastos pa’ la campaña de esta mujer tan decente y visionaria.

Su héroe de barrio no le gusta ser malpensado, pero ¿no será que la Judi se está aprovechando de ser paisana del Secretario de Seguridad Pública, Don Raciel López, pa’ ser nombrada candidata?

¿O de aquella vez que hasta una canción le compuso y cantó en un cumpleaños de Don Raciel cuando era Procurador de Justicia de Chiapas?

No, no creo. Seguro mi mente cochambrosa anda desvariando.