Quiubo, banda intolerante. Una entrega más en las que este héroe de barrio les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense porque me les vengo.

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Agarren su esquina, saquen sus sombrillas pa' que no les salpiquen los meados y encomiéndense a San Juditas Tadeo porque oficialmente arrancaron los dos meses más cochinos de cada tres años, digo las campañas electorales.

Y es que, aunque no podemos esperar mucho de los mismos partidos y sus eternas promesas más vacías que mi alcancía, la neta es que algunas de las alimañas a las que terminaron candidateando no tienen perdón de Dios.

Chéquense ésta.

En el barrio cholulteca, al candidato de Morena, ya le sacaron sus trapitos al sol. Resulta que, según información publicada en un periódico, el finísimo Julio Lorenzini Rangel tiene en contra dos denuncias por violencia familiar y violación. 

En San Andrés Cholula no hay Toro, pero sí hay Julio. ¿Será que en las oficinas de Morena, allá por la colonia La Paz, habrá un poquito de madre o harán la del Tlatoani, es decir, ni madres?

Pero no se vayan con la finta de que la 4T es la única que nombra a animales como el Macedonio cholulteca porque el renovado PES dijo quítense que aquí les voy.

Nomás se necesita saber leer pa' ver que los ideales del PSI no le entran ni con calzador a la joyita de persona que es Don Inés Saturnino López, a quien vivir de los impuestos de Tecamachalco ya se le hizo costumbre porque será la tercera vez que el machito busca la alcaldía.

Que alguien le avise al PSI que a su candidato la Auditoría Superior lo tiene denunciado penalmente y, en su expartido blanquiazul, le pintaron un violín por literalmente andar de machito.

Me cae de madre que no hace falta irse a echar el rol por las playas de Guerrero pa' encontrar a Félix Salgado Macedonio. 

Con voltear tantito en nuestro barrio nos topamos con toros que serían más útiles en el rastro.