La floricultura, el cultivo de flores y planta de ornato es una industria en México que hace honor a sus raíces siendo flor de un día; o realmente de cuatro. Día de las Madres, 14 de febrero, Día de Muertos y el Día de la Virgen de Guadalupe conforman tres cuartas partes de las ventas del sector.

Y es que, a pesar de la riqueza y exuberancia natural del país en flores de desierto, tropicales y subhúmedas, en México no existe una amplia cultura de las flores, ni un consumo habitual popular. Aunque eso no significa que no sea redituable, es un jugoso mercado nacional de 10 mil millones de pesos.

Probablemente nuestro verde cotidiano por la posición geográfica tiene que ver; los mayores consumidores globales son Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Japón y Rusia, todos en el hemisferio norte. Lo interesante es conocer los polos productores más exitosos de plantas.

Los Países Bajos, Holanda, provee 50 por ciento de las flores del mundo; un país del tamaño de Yucatán con la falta sol y fríos propios de la latitud. Kenia y Uganda, dos países africanos a más de seis mil kilómetros de Europa que tienen la mitad del mercado fresco de ese continente. Colombia y Ecuador, correspondientemente número dos y tres del mundo detrás de Holanda y que tienen el mercado norteamericano con vuelos diarios repletos de toneladas de tallos y bulbos.  México es el exportador número 17 de flores a Estados Unidos.

El lecho de rosas nacional

México tiene una industria floral basada en pequeños productores en el centro del país, Puebla, Estado de México, Morelos y CDMX agrupando a 70 por ciento en ellos. Puebla tiene tres corredores florales de importancia.

  • Faldas de volcanes: Comenzando en las Cholulas hasta las vecindades de Texmelucan
  • Valle de Atlixco: El homónimo Pueblo Mágico de las Flores, el pasillo de viveros en Cabrera, así como los municipios que lo alimentan, como Tochimilco o Huaquechula
  • Necaxa: La cuenca del río Necaxa y su terna Huauchinango-Xicotepec-Tlaola.

Estas regiones, las tres diversas en sus condiciones climatológicas, generan anualmente entre 250-300 millones de pesos en el valor de producción de planta. Ecuador exportó en el mismo periodo casi 900 millones, pero de dólares, estando ellos tres mil kilómetros más lejos que nosotros.

Hay ejemplos positivos nacionales, el más sonado, el Corredor Florícola Mexiquense. Impulsando la tradición floral de los municipios del sur del Estado de México en los 90 se dio una política nacional de reconversión de cultivos, que sumado a una fuerte inversión estatal en los 2000, generó la mayor industria exportadora nacional de flores de hoy en día.

Flores de mayo

En general, las flores de corte se siembran con cuatro o cinco meses de anticipo a las fechas pico, por lo que no es complicado imaginar la catástrofe que se generó para el Día de las Madres de 2020. Con la inversión hecha y las plantas listas para su corte la Jornada Nacional de Sana Distancia, es decir, la primera cuarentena, dio al traste con las dinámicas sociales y el gasto esperado del Día de las Madres pasado. Se estima que 70 por ciento de toda la producción terminó en la basura y las ventas cayeron a la mitad.

El Mercado de Flores en Tenancingo de las Flores, los Viveros de Atlixco, el Mercado de Tlaltepango de los productores de San Martín y la Central de Abasto. Todas estas son las primeras líneas de vida, contacto y comercialización de las flores en nuestro estado y un colorido y fascinante mundo que la mayoría desconoce. Vale la pena acercarse y apreciar el enorme trabajo que hacen los floricultores y comercializadores de Puebla para poner un poco de belleza efímera en un día como este de las madres; y desde esta columna por supuesto felicitamos a todas aquellas personas que hacen la ingrata labor de serlo en este su día.