En las próximas 72 horas habrá algunos ejércitos que abiertamente estarán dejando el alma para cuidar los votos, contar los sufragios y hasta acarrear a los ciudadanos. Habló de esos equipos que oficialmente tienen los partidos políticos y que son parte importante en las elecciones del próximo domingo.
A la par existen otras estructuras que podrán influir realmente en el ánimo de los votantes e incluso en los resultados electorales: el ejército y la iglesia.
¿Cuál estima usted que será el sentido de los militares que han sido sobajados por el gobierno de Andrés Manuel, de aquellos que lo mismo han tenido que teñir sus uniformes que detener migrantes o cambiar sus tareas habituales por actividades de construcción?
En el caso de la iglesia, no podemos regatear la enorme influencia que muchos sacerdotes tienen frente a comunidades enteras.
Imagina usted cuál será el sentido del voto en aquellos espacios donde los clérigos insten a los feligreses a reflexionar y elegir entre lo que hoy se padece con la falta de medicamentos, el alza de precios y la inseguridad contra la oferta de tener gobiernos disciplinados que reconozcan los datos reales, eviten la polarización y recuperen las instituciones.
De ahí que la postura de estas dos grandes estructuras, que oficialmente no juegan en la elección, sea tan relevante.
Estamos a unas horas de conocer si su voz pesó lo suficiente para inclinar la balanza a favor de alguna de las dos propuestas principales o si en esta ocasión se dejan vencer.
Y se acabó
Las campañas locales duraron un suspiro, apenas un mes. Muy poco tiempo para poder presentar y desglosar todo un proyecto de gobierno, sin embargo, tampoco le garantizo que si hubiesen sido de los 90 días que habitualmente duraban, las cosas fueran diferentes.
En el caso de las campañas por Puebla capital, la verdad es que pasaron sin pena ni gloria. De los ocho aspirantes a gobernar la ciudad más importante del estado ninguno prendió al electorado.
Para el ciudadano de pie, la elección es sólo entre dos candidatos, los mismos dos Rivera que en 2018, con la enorme diferencia del desgaste propio que genera gobernar y sin la fuerza de AMLO como motor.
Hoy por hoy los partidos que arropan a Lalo Rivera cuentan con una mayor disciplina, experiencia y organización para hacer frente al cuidado de casillas y la operación electoral, que los aliados de la coalición que respalda a Claudia Rivera.
Sin embargo el expresidente municipal tiene enfrente al fantasma del abstencionismo y como lo comenté a inicios de esta semana, históricamente sólo ha sido posible la alternancia en el poder cuando hay votaciones copiosas.
Sin alcohol
Una de las cosas que no ha cambiado es que las elecciones del próximo domingo se realizarán bajo la llamada Ley Seca, es decir que durante todo el fin de semana se prohíbe la venta de bebidas alcohólicas y aunque las autoridades sostienen que es una estrategia para aumentar la participación ciudadana y evitar brotes de violencia, yo insisto en que hemos visto que votar en nuestros cinco sentidos no nos ha garantizado las mejores decisiones.