Para Morena Puebla, la forma más simple de medir el resultado de la elección es contabilizando el número de alcaldías y diputaciones locales y federales ganadas y así poder decir que son los grandes ganadores. Craso error.

Morena pierde en Puebla y pierde mucho. Veamos.

Si bien todo apunta a que el Movimiento Regeneración Nacional mantendrá una mayoría en el Congreso del Estado, y que ganaron 11 de las 15 diputaciones federales, los lopezobradoristas, tienen poco que festejar, y más de qué preocuparse, ya que las diferencias de votos con las cuales ganaron este domingo esas posiciones, distan mucho de ser las que se presentaron en 2018, cuando López Obrador —el plena algarabía electoral—  los arrastró al paraíso del poder.

Vamos a los números. En la suma estatal de votos en los 15 distritos federales que componen el estado, Morena obtuvo un total de 858 mil 221 votos contra los 984 mil 885 del PAN-PRI-PRD.

De no haber sido por su aliado verde que le sumó 142 mil 045 votos según las actas del PREP, los resultados en los distritos habrían cambiado.

Pero vayamos más lejos, ya que en la elección local los números son aún peores para Morena, ya que sumando los votos obtenidos en los 26 escaños locales se quedaron con 730 mil 393 votos, contra 826 mil 474 de “Va por Puebla”.

Al concluir estas administraciones, el bloque opositor gobernará 84 municipios en donde se concentra el 60 por ciento de los poblanos.

La ola de López Obrador de 2018, lentamente regresa al océano y de acuerdo con lo que se vio el domingo pasado en lugares como la Ciudad de México y en el caso de Puebla, la capital y zona conurbada, es difícil que en los próximos tres años pueda repetirse el tsunami lopezobradorista.

De cara al 2024, si bien es cierto que Morena mantiene la mayoría de los espacios, la realidad es que pierde en número de votos. Y bajo esas cifras, la gubernatura dejaría de ser del partido guinda.

Y cómo dato adicional, este mismo escenario se replica en el territorio nacional, en donde la oposición logró más votos en la suma federal que los alcanzados por Morena, poniendo en riesgo la permanencia de este partido y la llamada 4T en Palacio Nacional.

En número, ganaron más gubernaturas y diputaciones, pero en votos, son más los mexicanos que se expresaron contra el partido en el poder, que quienes mantuvieron su confianza en López Obrador.

Concluyendo, la dureza de las matemáticas demuestran que en sólo tres años, AMLO y la 4T perdieron una parte considerable del bono ciudadano recibido en 2018 y seguramente enfriarán la calentura política de los aspirantes presidenciales de Morena.

Ni más, ni menos.