Después de que Morena sufrió un fuerte descalabro y no contará con la aplanadora que hoy tiene en San Lázaro, el tlatoani del Palacio Nacional ya encontró la manera de imponer su santísima voluntad.

Ayer, durante su mañanera, Andrés Manuel insinuó que podrían comprar a priistas para alcanzar la anhelada mayoría calificada, es decir a las dos terceras partes de los diputados, y con ello contar con la aprobación de cuantas reformas y locuras se le ocurran durante la segunda parte de su mandato.

Además de estar confesando una de las maneras más viles de operar en la política, el presidente demostró que para él la democracia o las voluntades se compran, así sin más, como si los diputados que llegan a San Lázaro no tuvieran decoro ni dignidad.

Sin duda habrá alguno o alguna de las 80 ganadoras que le venda su voto al inquilino de Palacio Nacional, pero por el bien del propio PRI –y del país- confiemos en que la bancada tricolor no cometerá una traición masiva porque de lo contrario, el “pueblo bueno” ya demostró que se cobrará en las urnas cualquier falla. 

Las palabras de AMLO sobre apropiarse de diputados del PRI “o de cualquier partido” también demuestran que lejos de comprender o analizar las causas de la caída electoral de Morena, el presidente continúa montado en su idea de que todos están para servirle, un pensamiento autoritario que mucho daño nos causa a todos.

Afortunadamente el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, acusó de recibido el mensaje y frente a sus homólogos del PAN y del PRD dejó en claro que el tricolor se mantendrá como oposición, es decir, que no se sumará a las locuras del emperador.

Y en su palabra empeñada le va el futuro político, con qué cara nos pedirá el voto, para él o sus militantes en 2024 si durante los próximos tres años hacen comparsa con Morena.

Alito y sus diputados se juegan mucho en San Lázaro. Los miles de mexicanos que salieron a votar por ellos lo hicieron en gran medida para ponerle un freno a López Obrador y si no hacen la tarea, como lo dije, se les cobrará y con creces en la próxima elección.

Un violador será gobernador

A través de su hija, Evelyn Salgado, Félix Salgado Macedonio, será el próximo gobernador de Guerrero y eso, hay que decirlo, será porque al final de cuentas los guerrerenses decidieron que sí querían que un violador se convirtiera en gobernador.

¿Qué le pasa a mi querido México?

La misma extrañeza me produce saber que Samuel García, mejor conocido por sus tropiezos en redes sociales, por ser el hombre que desde adolescente supo lo que era ir crudo los sábados a jugar golf, será quien lleve las riendas del estado más industrial del país.

Fosfo, fosfo.

Las imposiciones desde Palacio Nacional llegaron también a uno de los estados que históricamente gobernó el PRI: Campeche.

Aunque Layda Sansores gobernaba la alcaldía de Álvaro Obregón a inicios del año pasado, YSQ se empeñó en que ella sería la gobernadora de Campeche, un estado donde obviamente no vivía porque sería imposible pensar que todos los días se trasladaría vía aérea desde el centro del país hasta la ciudad amurallada.

A Layda Sansores, como a muchos más, les inventaron una residencia desde Palacio Nacional y los ciudadanos los hicieron ganadores, incluso sabiendo que eran un burdo montaje.

También en la aldea

Un caso muy similar tenemos en San Martín Texmelucan donde inexplicablemente, Mauricio Toledo, exdelegado de Coyoacán y acusado por enriquecimiento ilícito, ganó holgadamente. ¿Será que los texmeluquenses realmente creyeron las promesas del futuro legislador federal?

O peor aún, ¿Conocerán los texmeluquenses al hombre que presuntamente les representará en San Lázaro, confían en él para gestionar obras y aprobar los presupuestos?

Y por increíble que parezca, casi 58 mil capitalinos del distrito 11 federal marcaron como su opción el recuadro de la boleta donde aparecía el nombre de Saúl Hernández, el –aún- diputado federal de Morena que está acusado por abuso sexual de menores y que continúa tranquilamente cobrando su dieta y amparado en el fuero.

¡Vaya ironía de las mayorías!