Quiubo, banda intolerante. Como ya se la saben, aquí les viene su héroe del barrio que les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense, porque me les vengo. Y conste que no les aviso dos veces.

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Nomás tuvo que pasar una semanita de las elecciones pa' que, como bien decía mi jefecita, a cada changuito le tocara su mecate.

Esos mecatitos ya comenzaron a tocar las puertas fifís del todavía Ayuntamiento de la Clau, las del Congreso y obviamente las de los partidos políticos.

Sino pregúntenle de a cómo le está saliendo el chistecito del 6 de Junio a los sueños de la princesa Tonantzin Fernández.

Y es de que la diputada morenista pasó de andar tirando rostro en los cuernos de la luna a estar con pie y medio fuera de la polaca en menos de lo que canta un gallo.

Cuando a su héroe de barrio se lo está llevando la chingada, nomás me tengo que acordar de cuando la princesa Tonantzin presumió la foto con el Rey Moreno "Mario Delgatozin" diciendo que era la elegida pa' gobernar el reino de San Pedro Cholula y el encabronamiento se me pasa.

Porque resulta que por eso de lo que le llaman la sobrerrepresentación de partidos, está por caerse el premio de consolación que le aventaron pa' repetir en la siguiente legislatura como diputada pluri, según me cuenta mi chismoso de barrio allá en el Congreso.

Achis los mariachis. ¿Y entonces a quién podrá llamar cuando le roben su camionetón de lujo pa' que le armen un operativo VIP de rescate? ¿O de dónde sacará la pachocha pa' darse la vida a la que tan rapidito se acostumbró?

En las manos del Instituto Electoral del Estado quedará decidir si a la princesa le quiten su castillo, porque el príncipe resultó ser un sapito, y vuelva a ser una mortal más.

Pa' saberlo nomás habrá que ir a darse una vuelta en unas semanitas a la Gran Pirámide de Cholula y ver si la exprincesa volvió a bailar o no en las escalinatas.

¿O no?