Quiubo, banda intolerante. Como ya se la saben, aquí les viene su héroe de barrio que les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense, porque me les vengo. Y conste que no les aviso dos veces.

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Mi manada intolerante, ya está aquí su mera, mera servilleta y como sabía que sin mí no viven, me les traigo de pechito.

No podría de ser de otra, mi bandera que para contarles el encuentro que toda Puebla capital anda cuenta que cuenta.

En todo un cónclave, como del mero Papa, fue la entrevista entre los dos presis, Clau y Lalo, los Rivera, pa' que nos entendamos, en el Charlie Hall.

Ni las moscas quisieron chiflarle a su Chanoc de qué se trató su güiri güiri porque todo se mantuvo bajo llave.

Y es que apenas me enteré que Lalo Rivera llegaba al Pasaje del Ayuntamiento, metí paso veloz para alcanzarlo, pos a ver de qué nos enterábamos.

Pero nel, nada mis carnales. Una que otra frase y con eso tuvimos para calmar las ansias.

Eso sí, Lalo sacó la vieja confiable y dijo que estar de vuelta en el Ayuntamiento era una “gran responsabilidad”.

Apenas llegaba a las puertas del Ayuntamiento ya lo esperaba Leobardo Rodríguez Juárez, mano derecha de Clau, que lo condujo a las meras oficinas, ahí donde sería el encuentro.

Junto con Lalo también llegó su barrio que lo respalda, o sea, Adán Domínguez y Matías Rivero.

Y mientras me echaba unas tortitas de Santa Clara, esperamos y esperamos, hasta que los presis salieron para tomarse la foto, en plena escalera. Así como yo mero, cuando toca dejarme querer por los reflectores.

Pero nos quedamos esperando por la frase matadora que diera título a la nota. Ya habremos de esperarla, “verdad de Dios”, como diría don Pedrito Infante.

Antes de irse, eso sí, Lalo dijo que no rompería el acuerdo de confidencialidad, o sea chitón, y que la plática fue “positiva”.

Dicen los que saben que se esperan 5 reuniones pa' que Clau le pase todo el juego de llaves.

Y así como las temporadas de caza se abren o los juegos del hambruna arrancan, pos en el Charlie Hall la transición ha comenzado.

Se vienen unas semanas intensas que seguro darán mucho qué hablar porque lo que hoy no se dijo seguro hasta doble nos cantarán. Al tiempo.