Esta semana conoceremos el dictamen técnico del hundimiento de Sta. Ma. Zacatepec, es decir, qué causó el socavón poblano.

La Comisión Intersecretarial, integrada por el Instituto Politécnico Nacional, un par de Secretarías estatales y la Comisión poblana del agua, tuvieron un mes para desenmarañar sus investigaciones de primer nivel. Penetración de ondas, composición isotópica, análisis de iones y muchos más en una batería amplísima de estudios.

Esta exploración, le adelanto, no se atreverá a decir lo único de relevancia. Que el desarrollo industrial de Puebla fue planeado con las rodillas.

La histórica arteria del país, Ciudad de México – Veracruz, determinó el futuro de nuestro estado y capital. Por ello no es ninguna sorpresa que alrededor de esta vía se haya construido la modernización industrial de Puebla. El 5 de mayo de 1962, en el Centenario de la Batalla de Puebla, López Mateos daba el banderazo de inauguración a la Súper Carretera México-Puebla. Esta vía, que reducía de 350 a 74 curvas el trayecto, fue el semillero de lo que vendría.

En 1965 el ejido de San Lorenzo Almecatla sucumbiría ante Volkswagen. En el 68 San Miguel Xoxtla con HYLSA. Un año después vendría el gaseoducto a Coatzacoalcos y la Unidad Petroquímica Texmelucan. Los problemas sociales por despojos y falsas promesas fueron constantes que todavía hoy retruenan.

La pausa durante las crisis económicas 70s-80s redireccionó las inversiones hacia especulaciones inmobiliarias que hoy hacen Puebla. Ciudad Universitaria y UDLAP, Recta a Cholula y Federal a Atlixco. Aunque esas tramas merecen un espacio aparte.

El crecimiento regresó a mitades de los 80s con rumbo a Huejotzingo. La ubicación al lado de la vía México-Veracruz y la descentralización industrial de la Ciudad de México fueron la clave. El boom de los parques industriales comenzaba en el corredor Puebla-Apizaco sin contemplar consecuencias.

Para el 84 iniciaba la construcción del Aeropuerto Hermanos Serdán, preparándose para Parque Quetzalcóatl, FINSA y especialmente los proveedores automotrices. En el 86 ya estaba lista su pista de 3.6 km. ¡Y qué posición!

El sistema Popo-Izta determina buena parte de la vida poblana. Hacemos lo que podemos con la geografía que nos toca.

Un importante ejemplo es la falda lado este, que va a grueso modo desde Atlimeyaya, pasando por Nealtican, hasta Almecatla. Los suelos de toda esta zona son arenosoles. Suelos desarrollados sobre materiales arenosos no consolidados, en este caso rocas formadas por magma enfriándose.

Sí, el socavón y la mitad del Aeropuerto Hermanos Serdán están sobre ese terreno. Y es que el socavón está a menos de kilómetro y medio de la pista actual. Los terrenos del aeropuerto están a menos de 300 metros.

Si la longitud de la pista poblana fuera, digamos del largo del Aeropuerto de Toluca o el nuevo Felipe Ángeles, el socavón hubiera aparecido en plena pista de aterrizaje.

Muchos suelos pueden ser acondicionados para grandes construcciones, recordemos los pilares que cimentarían el Aeropuerto de Texcoco. El Hermanos Serdán no solo no tiene refuerzos, pero se le suma la enorme presión hídrica al desestabilizar suelos por la extracción y los cursos subterráneos naturales.

Bonafont, por alguna razón, ha sido el chivo expiatorio dentro de esta crisis extrayendo anualmente 105 mil metros cúbicos de agua. Hylsa consume tres millones, Volkswagen 2.75. Otras embotelladoras como Grupo Aje (Big Cola) utiliza seis veces lo de Bonafont.

El proyecto del Gobernador de 800 hectáreas para ampliar el aeropuerto y potenciar el flujo de pasajeros y carga deberá de venir muy anticipadamente con un dictamen de las condiciones y su viabilidad a futuro cercano, diría casi inmediato.

¿Se imagina las casi 400 toneladas del Antonov-124, uno de los aviones más grande del mundo que trae refacciones a Audi y VW, sobre la pista? El socavón y lo que significará para el desarrollo de la Angelópolis irá más allá de unos perritos rescatados o la memela y la cumbia del socavón.