El caso del diputado Saúl Huerta que tanto indignó a todo México continúa atorado y a juzgar por los últimos hechos, su fuero se le terminará antes de que sea “desaforado” por sus compañeros diputados. 

El abuso a menores, que investiga la fiscalía de la Ciudad de México, continúa esperando que los legisladores de la Sección Inspectora alcancen el quórum para votar dos expedientes: el desafuero de Saúl Huerta y el de Mauricio Toledo quien fue impuesto como diputado federal por Texmelucan a pesar de los señalamientos por desvío de recursos y enriquecimiento ilícito, cuando era delegado de Coyoacán. 

La falta de quórum presentada la semana pasada tiene tintes de una protección entre colegas. Los diputados que se ausentaron sabían perfectamente cuáles eran los dos temas a tratar y lejos de preocuparse y votar para que un hombre acusado de haber drogado y violado a un joven sea encarcelado, prefirieron no asistir y así permitir que el morenista continúe cobrando y gozando de la protección del fuero. 

Tan culpables quienes cometen los delitos como quienes permiten que la impunidad continúe. 

Por ello la cita de este lunes 5 de julio para tratar de alcanzar el quórum y después votar directamente para desaforar a este par de delincuentes es tan importante. 

Habrá que ver si hoy los cuatro legisladores se pondrán del lado de las víctimas, en lugar de mantener las asquerosas prácticas que por años les han permitido hacer y deshacer sin que la justicia pueda alcanzarlos.

¿Serán capaces de aplicar un criterio justo en lugar de proteger y ser cómplices de estos dos inefables diputados?

Veremos y diremos.

Los tres alfileres de Alito

Al parecer, el PRI poblano y sus pocos diputados entendieron que su fuerza dependerá de manera directa de la unidad que mantengan y la capacidad de sostener la alianza con el PAN y algún otro partido en 2024.

Jorge Estefan Chidiac, Javier Casique y Blanca Alcalá cargarán con el peso de esa responsabilidad ya que su principal enemigo será su propio protagonismo.

Si no se abren en la confección de nuevos liderazgos jóvenes y quieren anteponer sus proyectos personales, podrían desencadenar una rebelión que termine de enterrar al tricolor.

Los tres tienen oficio y cercanía con su líder nacional, pero sus antecedentes los marcan como personajes protagónicos y poco dispuestos a soltar espacios para fortalecer a otros grupos políticos.

Casique cuenta con toda la confianza de Alito, pero las imposiciones de candidatos cercanos a él le generaron heridas que deberá sanar y cuanto antes mejor.

Estefan cuenta con un talento incuestionable, pero deberá cuidar que su renovada relación con el gobernador, no termine poniendo en duda su lealtad al tricolor.

En el caso de Blanca parece tener claro que su larga ausencia en el estado y los compromisos que asuma en San Lázaro le darán una posición más de operación y conciliación política, que de verse nuevamente en una candidatura.

Ah pero si empiezan los tres a verse como senadores o gobernadores, más vale que vayan comprando picos y palas, porque estarán cavando la tumba de un partido gravemente enfermo.