Este fin de semana el mundo taurino voltea a Andalucía, concretamente a la plaza de granadina de Atarfe en donde se realizará el mano a mano entre Jorge Martínez y Manuel Perera con el que concluirá el Circuito de Novilladas de Andalucía.

Desde que la pandemia golpeó con fuerza a la Fiesta Brava, en este espacio hemos insistido que la manera de no sólo sobrevivir sino aprovechar la crisis, es innovar con identidad (véase Al Toro México, 25 abril 2020); es decir, hacer cosas nuevas pero fincadas en la tradición y en la esencia de la tauromaquia.

Hemos también alabado innovaciones como las de los ganaderos que han aplicado la ciencia al campo y se han atrevido a usar nuevos utensilios taurinos o la de Pablo Moreno de crear un Centro de Alto Rendimiento Taurino (CART) para formar novilleros haciéndolos crecer no sólo como toreros, sino como seres humanos.

La Fundación Toro de Lidia en España ha dado un paso más allá. Partiendo del acertado diagnóstico que para reactivar la fiesta se necesitan novilladas, organizó un circuito taurino.

Una competencia similar a las ligas deportivas en donde destacados novilleros van rivalizando semana a semana hasta enfrentarse los mejores en una gran final.

El Circuito de Andalucía ha destacado por su organización, calidad taurina, pero sobre todo porque ha sabido involucrar a la afición y a los pueblos andaluces de tal manera que todos se han visto beneficiados. La difusión en redes sociales y medios de comunicación ha sido de clase mundial.

Han ido presentando a los chavales de tal forma que los aficionados se han identificando con ellos, conociendo sus intimidades, sus luchas internas, su vocación y todas las dificultades que pasan para intentar ser toreros. Alcaldes, peñas taurinas, pero especialmente la afición se ha volcado para apoyar a la Fiesta.

Lo de hacer concursos no es nuevo. Carmen Madrazo da cuenta en "El Rey del Temple" que en el México de los años veinte de siglo pasado, cuando se disputaba algún trofeo, había la costumbre de que se resolviera por votación popular.

De esta manera, el cartel de la Oreja de Plata de 1929 lo integraron Carmelo Pérez (2,298 votos), Esteban García (2,280 votos), Jesús Solórzano (1,983 votos) y José González “Carnicerito” (1,520 votos).

Como no hubo un claro triunfador –explica Carmen Madrazo– "hubo necesidad de volver a poner las urnas afuera de la plaza de toros y del Eco Taurino para que los aficionados volvieran a votar". Fue así como Jesús Solórzano "El Rey del Temple" se hizo acreedor al trofeo de triunfador de los novilleros de aquel lejano 1929.

El Circuito de Novilladas de Andalucía ha tenido acento mexicano. Y es que los novilleros más destacados fueron participantes del CART que se realizó en Jalisco a principios de 2021.

Cuatro de los seis semifinalistas (Jorge Martínez, Manuel Perera, Calerito y Christian Parejo) demostraron que el CART les había dado las bases para triunfar en cualquier plaza del mundo.

Christian Parejo se resintió de una lesión en el peroné y no pudo actuar en la semifinal. Calerito cortó orejas y rabo, pero dado el alto nivel artístico, no le fue suficiente para llegar a la final.

El mano a mano del domingo 11 de julio en Atarfe es un cartel Made in the CART, lo que demuestra que las innovaciones trascienden fronteras y ayudan a reactivar la Fiesta Brava.

Jorge Martínez es un torero clásico y vertical, que le sabe andar a los toros, sus verónicas son templadas y sus muletazos tersos y cadenciosos. Manuel Perera es todo pundonor. Se recuperó de una terrible cornada en Vistalegre y ha sorprendido a los andaluces con un toreo variado y profundo que, a veces, raya en la temeridad.

La Fundación Toro de Lidia ha tenido el acierto de presentarnos a Jorge y a Manuel no sólo como toreros, sino como personas. Todos los días publican videos, entrevistas y testimonios de gente cercana a los novilleros que ha hecho que los aficionados los conozcan y se involucren con ellos. Perera y Martínez están ya en el corazón de la afición mundial que los seguirá no sólo el domingo en Atarfe, sino hasta que se conviertan en figuras del toreo.

La Fundación Toro de Lidia nos ha recordado que los toros no deben ser un espectáculo elitista, sino que son una fiesta popular.

Es a través de involucrar a la afición como se pueden crear ídolos que reediten una época dorada del toreo. En México también hay novilleros destacados que reclaman una oportunidad.

Desde aquí una exhortación a Tauromaquia Mexicana para que una a los taurinos en un proyecto que catapulte a la Fiesta Brava nacional.

La idea sería involucrar a los capítulos de TMX, a los presidentes municipales de los pueblos donde hay gusto por las corridas de toros y necesidad de atraer turistas, a las peñas, ganaderos, pero especialmente a los aficionados.

Un concurso de novilleros mexicanos del que nazcan las figuras que van a proyectar a la fiesta mexicana al futuro con el que todos los taurinos soñamos.