Sin importar cuál sea la razón, la realidad es que el gobierno federal ha relegado a Puebla a un preocupante penúltimo lugar en el suministro y aplicación de vacunas contra Covid.

En medio del nuevo escándalo generado por la inexplicable desaparición de 20 millones de vacunas, en donde la secretaría de salud federal no ha podido justificar la discordancia entre las vacunas que han llegado a territorio nacional y el número de aplicadas a la población, y partiendo de la base de que el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, manifestó de manera tajante que todas las dosis que han llegado al estado han sido aplicadas en su totalidad, tenemos que Puebla ha sido relegado, en plena tercera ola.

Los números son contundentes.

Mientras en la CDMX se ha vacunado al 67 por ciento de la población, en Puebla sólo se ha inoculado al 26 por ciento con una dosis y al 16 por ciento con esquema completo.

Es decir, que la preferencia hacia el gobierno de Claudia Sheinbaum de parte del presidente, Andrés Manuel López Obrador, es irrefutable.

Después de Baja California, en donde se recibieron vacunas de los Estados Unidos para abastecer a la franja fronteriza, la CDMX es la segunda entidad con mayor porcentaje de vacunados.

Evidentemente, se trata de una estrategia política y no de salud, toda vez que la misión para 2024 estriba en la recuperación de la CDMX con los millones de votos que esto representa, además de apuntalar la candidatura presidencial de la corcholata lopezobradorista que clara y burdamente se encuentra en campaña.

En este rezago, al igual que Puebla, se encuentran estados como Chiapas y Oaxaca, en donde los porcentajes de vacunados están muy por debajo de los estados que el gobierno federal ha querido beneficiar.

Así las cosas, los chilangos hoy reciben los beneficios de contar como jefa de gobierno, a la candidata presidencial de AMLO.

Ni más, ni menos.

Barbosa protege su frontera

Uno de los problemas que aquejan a los poblanos es la inseguridad, de ahí que la reunión de trabajo entre Puebla y Veracruz, a la que ayer asistió el gobernador, resulte tan relevante.

El encuentro de Miguel Barbosa con su homólogo de Veracruz, Cuitláhuac García, —más allá de anecdótico—, muestra la voluntad del mandatario poblano para disminuir los delitos en los municipios poblanos que colindan con tierras veracruzanas.

Construir la paz y la seguridad no será una tarea sencilla, sin embargo, el encuentro es señal de que el compromiso de acabar con los asaltantes en carreteras, el huachicoleo y otros delitos como el secuestro, es real y que cuidar la frontera con Veracruz es un paso clave, considerando que es de ese estado de donde provienen, junto con Morelos, la mayoría de los grupos del crimen organizado.