Ayer los poblanos volvieron a ser la nota en el Congreso de la Unión, pero no por sus iniciativas o por obtener recursos extraordinarios para el estado, no, lo hicieron por el espectáculo de dimes y diretes que brindaron.
Al margen de las descalificaciones, el fondo del asunto es que de las dos fracciones de Morena no se hizo una para lograr que los temas de desafuero se enlistaran en el Periodo Extraordinario.
Alejandro Armenta acusó que el grupo de Nacho Mier propuso que se retirarán los desafueros de Saúl Huerta y Mauricio Toledo, de la lista de temas para lograr el consenso y así avalar lo que a AMLO le urgía, como la ratificación de los nuevos titulares de la Secretaría de la Función Pública (Senado) y de Hacienda (Diputados) y los reglamentos del outsourcing.
Pero en el equipo contrario, el diputado morenista por Guerrero, Cayetano García, acusó a Ricardo Monreal de cometer traición por presuntamente negociar el tema de los desafueros.
Reitero, al final, más allá de las frases coloquiales como la de “cuando la perra es brava hasta los de casa muerde”, el asunto es que Morena como bloque impidió que la justicia avance en las acusaciones por violación de menores y enriquecimiento ilícito.
Si a una o a otra fracción les hubiera importado reparar el daño a las víctimas o terminar con la presunta corrupción habrían votado a favor de la propuesta del PAN que pedía incluir los juicios de procedencia contra los dos diputados federales por Puebla.
Pero no, prefirieron montar un show, una caja china para desviar la atención, cumplirle al presidente y de paso, proteger a los suyos, ¿acaso temen que si los desafueran ellos sean los siguientes que tengan que rendir cuentas ante la justicia?, ¿qué tanto deben que no se atreven a permitir que avancen las investigaciones?
La guerra de los primos
En medio de la guerra de los Mier, resalta la postura mucho más congruente del senador Alejandro Armenta, quien de manera inteligente apostó —cuando menos en el discurso— por cuestionar a sus compañeros de legislatura y partido, incluido su primo Nachito, quienes decidieron bajar el tema del desafuero.
Evidentemente, Armenta adquirió un salvoconducto que podrá utilizar en el futuro, cuando se cuestione la complicidad de Morena en el caso del diputado acusado por abuso de menores, Saul Huerta.
Lo que es un hecho, es que este pleito familiar tendrá en el futuro a un ganador y a otro cargando con la culpa de haber protegido a un delincuente.
La alarma Covid encendida
Miguel Barbosa y su secretario de Salud, José Antonio Martínez, fueron claros, duros y sumamente transparentes: estamos en la tercera ola y si no cortamos las cadenas de contagios, en menos de un mes tendremos los hospitales en su máxima capacidad, con las consecuencias que ya conocemos.
Pero pareciera que a muchos ciudadanos la pandemia “ya los cansó” o que las vacaciones son tan importantes como para jugarle a la ruleta rusa con algún contagio.
Después de año y medio cada uno de nosotros ya sabemos que debemos usar el cubrebocas, mantener la sana distancia, salir sólo para lo estrictamente necesario, lavarnos las manos y usar alcohol en gel, constantemente.
Antes de que el virus nos obligue a quedarnos postrados en alguna cama o silla de un hospital o anclados a un respirador mecánico, bien haríamos en respetar las recomendaciones de sanidad.
A los médicos, las enfermeras y a todo el personal que trabaja en los hospitales bien les caería un respiro en medio de esta larga, muy larga, pandemia.
Cuidémonos por ellos, por nosotros mismos y por todos a los que queremos.
Recordemos que cuidarnos del virus, es un trabajo de tiempo completo.