Quiubo, banda intolerante. Como ya se la saben, aquí les viene su héroe de barrio que les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense, porque me les vengo. Y conste que no les aviso dos veces.

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Con la novedad, mi manada, que se desató la mera furia en San Andrés Cholula y conste que no fue por lo que sus cochinas cabezotas andan pensando.

Resulta que este martes que apenas pasó, allá en el ranchito "Tres Caballos", se armó la balacera donde murió Jairo Alberto Cuevas Gutiérrez, esposo de la secretaria de Acción Electoral del PRI en Puebla, Luz María Diez de Urdanivia.

Eso no es todo, valedores, porque el presunto culpable sería Carlos “N”, nombrado no hace mucho como presi de la Asociación de Charros en Puebla.

Como ya me conocen, me lancé a desenmarañar las versiones del caso, y es que más allá de posibles riñas y ánimos caldeados la madeja da pa’ mucho más.

Me cuentan los que saben que en el tintero se investiga un posible problema de marmaja y no se descarta que fuera también un pique personal.

Y es aquí donde las dudas escurren como grasa de una cema, porque Jairo Alberto y Carlos “N” fueron llevados a una clínica heridos por la lluvia de plomo.

O sea, ¿se lesionaron con la misma arma o cada quien llevaba la suya?

Ay, nanita la ranita, así de complejo está el caso, valedores, pero ahí no acaba.

Porque también estaría bajo la lupa la versión que Carlos “N” habría actuado en defensa propia y su fanta quiso sacarlo de la clínica donde era atendido pa' que no lo apañara la Fiscalía.

¡Esta madre ya se puso color de hormiga!

Y no hay que olvidar que  el PRI ya salió a exigir justicia y que se castigue al responsable. Pa' darle velocidad a la cosa, como quien diría.

Habrá que estar con el ojo bien pelón y como siempre su héroe de barrio les traerá todos los detalles y en qué termina la cosa.

Con tanta asignación policiaca ya me dio la hambruna así que me lanzo por unos buenos de asada pa' conservar la figura.

Sobres, banda, se lo cuidan.