¡Qué tranza, mis valedores! 

Pos resulta que en la Secretaría de Seguridad Pública se armó el sacudón: 60 policías estatales fueron dados de baja por “conductas irregulares”. Así, directo y sin anestesia. 

Según el secre Francisco Sánchez, estas sanciones ya estaban en proceso desde la administración pasada, y ellos solo llegaron a rematar con la firma. 

Y aunque está bien que limpien la casa, aquí su héroe de barrio tiene algo que decir: limpiar es fácil, pero llenar los huecos con gente capaz es el verdadero tiro.

Pero primero, aplaudamos lo que merece aplauso. En un estado donde la seguridad se tambalea más que un luchador al borde del encordado, sacar a quienes no cumplen es una buena señal. 

El vicealmirante dijo que “por ésta” la Comisión de Honor y Justicia tomó las decisiones, y eso, al menos en el papelito, le da legitimidad al proceso. Pero la Netflix, aquí no se trata solo de mover las piezas, sino de asegurarse de que quienes queden en la cancha estén bien entrenados para el tiro que se viene.

Porque los poblanos ya estamos hasta la madre de que la seguridad se maneje como si fuera un espectáculo de lucha libre: con más show que resultados.

Correr a los malos es solo la primera caída; lo que queremos ver es que quienes lleguen al relevo tengan la máscara bien puesta y las ganas de rifarse por la gente. De nada sirve limpiar si los que entran no dan el ancho o, peor aún, si acaban igual de torcidos que los que se fueron.

Y ojo, porque Sánchez también dijo que, al menos por ahora, no habrá despidos masivos en el área administrativa. Dicen que muchos mandos se quedarán en sus puestos, y eso está bien… siempre y cuando esos mandos no se conviertan en los nuevos lastres. 

Porque en la lucha por la seguridad, no hay espacio para los tibios ni para los compadres que nomás llegan a calentar silla. 

Si la SSP quiere de verdad ser un pilar en la tranquilidad del estado, tiene que empezar desde adentro.

Ahora, ¿qué sigue? 

Vienen reuniones semanales con mandos municipales pa’ reforzar la coordinación. Casos como el feminicidio de la niña Génesis en Cuautlancingo son un “estáte quieto” y que las palabras bonitas no sirven de nada si no vienen acompañadas de acciones concretas. 

Esas mesas de coordinación tienen que ser bien útiles y no nomás pa’ la foto.

También mencionaron la participación del góber, el alcalde Pepe Chedraui, y otros mandos en la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y la Seguridad. 

Está bien que se junten, pero que no se les olvide: las mesas y los discursos no bastan. Lo que los poblanos necesitamos es más acción y menos simulación.

Al final del día, mis valedores, la SSP es pieza clave.

Por un lado, están limpiando la casa, y eso es bueno; por el otro, tienen que demostrar que los cambios no nomás son cosméticos.

Si los nuevos elementos fallan, si los mandos que se quedan no rinden, o si las mesas de coordinación no dan resultados, será la SSP quien cargue con el costalazo.

Así que ahí lo tienen, mis valedores.

Esta lucha apenas empieza, y la SSP tiene mucho por demostrar.

Por ahora, aplaudimos el movimiento, pero no se confíen, porque aquí, en Puebla, ya no estamos para promesas ni para “golpes de show”.

¡Que el Secre y su equipo se pongan las pilas, porque en este ring, la afición exige resultados!