Concluye la primera semana del regreso a clases presenciales con saldo positivo y si bien habrá que continuar manteniendo medidas de protección para evitar el mayor número de contagios, las niñas, niños y adolescentes poco a poco podrán recuperar la normalidad en su vida escolar y eso hay que celebrarlo.

Como hay que celebrar también que por primera vez en la historia de este país, la LXV Legislatura de la Cámara de Diputados -que inició trabajos el día primero de este mes- está conformada por 250 mujeres y 250 hombres, enfoque cuantitativo que sin duda va en ruta hacia la igualdad sustantiva. Atrás quedaron los tiempos en los que en la Cámara de Diputados sólo hubo una mujer: Aurora Jiménez de Palacios (1954).

Poco a poco y ocupando diversos mecanismos las mujeres fuimos avanzando en reducir esa subrepresentación, hasta lograr el Principio de Paridad en nuestra Constitución (2014). Muchas décadas tuvieron que pasar desde ese año en que las mujeres por fin obtuvimos nuestro derecho al voto universal y ser electas (1953).

En el ámbito local no fue muy diferente, la subrepresentación siempre a la vista. Aunque Puebla se destacó -entre otros estados de la República- por reconocer el derecho al voto municipal de las mujeres (1936), en ese año sólo una ocupó una regiduría: Antonia González, en el Ayuntamiento de Puebla; dieciocho años después, en 1954, dos mujeres más fueron regidoras: Carmelita Caballero de Cortés y María Villar García; en 1957 logramos la primera mujer presidenta municipal, Luz María Martínez; en 1963 la primera mujer diputada local, Esperanza Ramos de Naranjo a quien la legislatura actual reconoce develando en el Muro de Honor con letras doradas su nombre; siendo  hasta 1964 cuando Puebla tuvo representación en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión con dos mujeres diputadas federales: Esperanza Téllez (PRI) y Gloria Rodríguez (PPS), seis años después pudimos tener a la primera mujer poblana en el Senado de la República: Guadalupe López Bretón (1970).

Para alcanzar los números actuales en la Cámara federal (250M-250H), la Comisión de Igualdad del Instituto Nacional Electoral (INE), desde antes de la elección, fue construyendo las reglas en la asignación de diputaciones por la vía de Representación Proporcional. Seguramente los Institutos locales estarán iniciando los trabajos para hacer lo mismo en los estados de la Republica.

Paso a paso también hemos podido darnos cuenta que ha transcurrido ya la mitad de este gobierno federal y no se logra sentir avances reales.

Más allá de las tres obras harto mencionadas -el Tren Maya, el aeropuerto y la refinería Tres Bocas- que por cierto se sigue documentado que el incremento a su costo original ya llega a 57 por ciento;  no se conoce ninguna más y tampoco escuchamos avances reales.

Más allá de las obvias diferencias que ideológicamente se dan entre quienes opinan que todo va muy bien y otros que no están de acuerdo con esa afirmación, ¿En qué momento los que gobiernan cruzan esa línea delgada entre los hechos y los discursos mentirosos en el ejercicio de gobernar? ¿Realmente no se dan cuenta que los hechos muestran lo contrario?

Se afirma que esas tres obras estelares de este gobierno están reactivando la economía de México ¿Entonces, por qué no se siente esa reactivación económica?

No se reduce la pobreza, al contrario, aumenta ¿No se dan cuenta que la desigualdad social no se reduce con el sólo hecho de regalar dinero público a diversos grupos de la población? O que el índice de rezago social va aumentando y que Puebla junto con otros cinco estados de la República que tienen una gran riqueza patrimonial, contradictoriamente está entre los de mayor rezago (Coneval, 2021).

Qué decir de los temas de salud, de violencia contra las mujeres que ha incrementado un 200 por ciento o de inseguridad, que ni siquiera fueron abordados en este enésimo mensaje que tuvo el presidente en su “balance” del pasado primero de septiembre, que por cierto ha logrado que pierda importancia la fecha del Informe oficial que debe rendir a la ciudadanía, derivado del número de “informes” que se la pasa dando fuera de la fecha oficial por cualquier motivo -ya perdí la cuenta-,  que si para conmemorar el día que fue postulado; que por el día que ganó la elección; que cuando se fue a vivir al Palacio Nacional, que todos los días en su mañanera.

La diferencia con el oficial son los Anexos que tuvo que entregar en la Cámara de Diputados a través de su nuevo secretario de Gobernación, que permitirán hacer los análisis para conocer no solo el verdadero informe de gobierno, también esos no avances.

Hechos. No palabras. Es el slogan, ¿será verdadero?

Que ya se acabó con la corrupción; se observa otra cosa.

Que ya se recuperaron los empleos; las familias tienen otros datos.

Que se gobierna con honestidad; muchos funcionarios actuales no lo hacen.

Que ahora sí hay libertad de expresión y se respeta; todos los días escuchamos epítetos ofensivos para los medios de comunicación que no están de acuerdo con lo que dice.

Información toda engañosa, los que saben lo llaman decadencia de la verdad, muy dañina para las instituciones, para la política y para la ciudadanía (Treviño, sdpnoticias, 04/09/2021).

Ha iniciado la segunda parte del gobierno federal y poco a poco las mexicanas y mexicanos comprobamos las grandes ausencias del presidente parafraseando la canción que hace unos días él recordó: Los caminos de la vida -en el ejercicio de gobernar- No son los que él pensaba. No son los que él creía. No son los que imaginaba…

Ojalá que pronto sus palabras puedan ser acordes a hechos de su gobierno.

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@rgolmedo

Palabra de Mujer Atlixco

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