Una vez que Ana Teresa Aranda confirmó que no participaría en la contienda por la presidencia estatal del PAN, todo hacía pensar que sería un día de campo para Genoveva Huerta, convirtiendo la elección en un simple trámite que le daría un período más al frente de la dirigencia blanquiazul.

Sin embargo, el as bajó la manga del panismo tradicional y principalmente del grupo de Lalo Rivera, fue la figura de Augusta Díaz, lo que aunado a una serie de errores de Genoveva Huerta, han provocado que la moneda siga girando en el aire y que el día de campo se haya convertido en uno de batalla.

Vayamos por partes.

Para no ir lejos, ayer domingo la diputada con licencia cometió un craso error que puede abrir la puerta a que muchos de sus afines, principalmente mujeres, abandonen la causa y se sumen a Augusta.

Por increíble que parezca, en la planilla de Genoveva apareció el impresentable de Inés Saturnino López Ponce, a quien la candidata no tuvo empacho defender asegurando que no hay nada en su contra pese a los señalamientos por violencia política de género.

Si bien es cierto que López Ponce no se encuentra boletinado en la página del INE, hay que recordar que el ex presidente municipal sí fue sancionado por violentar a la regidora Ruth Zárate, hace cuatro años.

Sobra decir que el anuncio de la inclusión de Saturnino causó escozor entre la militancia, lo que podría implicar un cambio en la intención de voto de las mujeres panistas.

De ahí que resulte incomprensible la inclusión de este personaje en una planilla en la que pudieron incluir perfiles limpios, que refrescaran la imagen de un partido que carga con el desprestigio de sujetos como el tal Inés Saturnino.

¿Pero qué necesidad?

Otro punto negativo en el que parece no haber reflexionado Genoveva, fue el revivir al morenovallismo, en su propia cuenta de Twitter. Mencionar a Rafael Moreno Valle y a Martha Erika, a través de un mensaje de reconocimiento innecesario para la desaparecida pareja.

Reconocer de manera implícita el padrinazgo político que la llevó a la dirigencia, es una acción que —le guste o no— causa división en Acción Nacional.

Si bien es cierto que buena parte del respaldo hacia Genoveva está basado en la estructura que dejó el morenovallismo, también es una realidad qué hay muchos damnificados de ese grupo político, sumados a esta candidatura.

En conclusión, podemos decir que en un solo tuit, la heredera del morenovallismo puso a los enemigos de la pareja en el bando de Augusta.

Y nuevamente preguntaría: ¿pero qué necesidad?

 

Así las cosas, faltando poco más de 30 días para la elección, los números le dan la ventaja a Genoveva con las más de 9 mil firmas de apoyo que adjuntó a su registro, contra las 6 mil de Augusta, sin embargo, si continúan los errores, el escenario se puede cerrar, a pesar de que la puntera cuente con la estructura del Comité Directivo Estatal.

Lo que es un hecho, es que mantener la ventaja que hoy tiene la diputada federal depende de no seguir cometiendo errores. ¿Será capaz de lograrlo?

Veremos y diremos.