Quiubo, banda intolerante. Como ya se la saben, aquí les viene su héroe de barrio que les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.
Así que agárrense, porque me les vengo. Y conste que no les aviso dos veces.
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Vaya, vaya, Tacubaya, tal parece que al flamante exdiputado morenista Gabriel Biestro cada vez se le van acabando las canicas pa’ regresar al ruedo político camotero. Y más que buenas decisiones anda regando el tepache con puros actos desesperados.
Como quien dice, mis valedores, el que mucho abarca poco aprieta y eso se le ve a todas leguas, pues hasta los oídos de su héroe de barrio llegó la nueva que el Gaby Biestro ya no sabe ni cómo candidatearse pa’ que lo volteen a ver en el partido de la estrellita.
Así merito, y es que muy tarde comprendió que en Morena Puebla mucho espacio para él que digamos, pos no hay, y menos queriéndose agenciar puestos directivos a la sombra de Aristóteles Belmont.
Pos como la suerte no le da color se le metió la ideota de andar cabildeándose entre los militantes del PT como próximo coordinador estatal, lo cual ha provocado burlas entre los petistas de años que de sparring no lo bajan.
Tampoco ha caído en gracia en aquellos morenistas de cepa –esos mismos que tanto se decían fundadores– que ahora el ex aspirante a candidato ya ande viendo pa’ otros horizontes y en una de esas queriendo vender caro su amor.
Como era de esperarse uno de los primeros en brincar con esas puntadas fue Mariano Hernández Reyes, quien de plano paró en seco al Gaby Biestro para dejar en claro que no habrá renovación del mandamás en Puebla, por las pistolas del morenista en desgracia.
Y es que por más que le intenta, ni los mismísimos astros parecen alinearse para su despunte: Biestro nomás no le atina ni al pronóstico del tiempo.
Ya por tantita dignidad mejor debería volverse influencer y seguir su carrera de tuitero, que tal parece le va mejor que haciendo política, pos ni candidato a la alcaldía fue, ni al gabinete llegó y en una de esas hasta lo morenista se le quita en un chasquido de dedos.
No cabe duda que la suerte en política también juega y a Biestro lo tiene muy olvidado, tal vez debería echarse una limpia con su brujo de confianza o preguntarse qué habrá hecho pa’ que ni en los partidos de enfrente lo quieran de arrimado.
Conste que sólo es una pregunta.