Quiubo, banda intolerante. Como ya se la saben, aquí les viene su héroe de barrio que les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense, porque me les vengo. Y conste que no les aviso dos veces.

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A punto está de llegar la temporada de muertitos y cada vez más se están haciendo los aparecidos espantando a propios y extraños.

Este es el caso, ni más ni menos, de Alejandro Santizo Méndez, recién nombrado jefazo de Seguridad Pública de Tecamachalco por el presencio municipal Ignacio Mier Bañuelos.

Así como lo leen, mis valedores. Luego de una larga y forzada ausencia, el nombre de Santizo volvió a correr en el pancracio político de Puebla tras mantenerse con un perfil más bajo que las tortas de jamón, desde que acabó el gobierno de Luis Banck.

Me cae que a Santizo ni las moscas se le pegaban. Así se echó un buen rato esperando que la suerte le cambiara tanto que, cuentan los que saben, hasta su veladora tenía encendida pa' que se le cumpliera el milagrito.

Y de tanto encomendarse a cuanto santo le alcanzaba pa'l diezmo, al final las súplicas y los golpes de a pechito surtieron efecto, azotando en pleno Tecamachalco.

Pero si a encomiendas vamos, el nombramiento de Nachito Mier no fue bien recibido por varios tiras municipales que ya se veían en la tierra prometida y mejor pusieron sus barbas a remojar.

Habrá que esperar si Santizo da el ancho en uno de los municipios más inseguros del estado, o nomás se queda mirando el panorama en Tecamachalco.

Y es que mucho tendrá que hacer pa' quitarse la oscura reputación de haber sido compadre de Facundo Rosas y a su patrón el mal recordado Genaro García Luna.

A Santizo no le queda de otra que nadar de a muertito o tomar el toro del huachicol por los cuernos.

¿Cuánto tiempo le durará el beneficio de la duda?