(Primera parte)
Durante mis encuentros con productores en las distintas comunidades de Puebla, México, escuchar y conocer lo que hacían se convirtió en mi principal objetivo. En mis visitas a China, India, Chile, Cuba, Holanda, Sudáfrica, España o Brasil, mi objetivo fue ver que se podía hacer para resolver nuestros problemas. Hoy no tengo duda que formar líderes jóvenes es el mejor camino al desarrollo.
En Alsmeer, Holanda, está el mercado de flores más grande del mundo con una subasta electrónica de mil 200 computadoras para los compradores que, desde una sala, eligen las mercancías.
En Maharashtra, India, conocí un gran proyecto de manejo de cuencas para resolver los problemas de una gran sequía que azotó el occidente del país en 1989.
Directivos de la Fundación Chile nos dijeron que en su país la política agrícola, en función de su ubicación geográfica, estaba encaminada a producir sólo aquello que se vendiera a más de 10 pesos el kilogramo; y, los expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) Chile nos mostraron los avances en producción de cereza, nogal y frutales de clima templado. Sus expertos vinieron en 2007 a capacitar a nuestros productores de nogal de San Nicolás de los Ranchos, Calpan, Tlahuapan y Guadalupe Victoria, en Puebla.
A Sajonia, Alemania, le llevó 40 años manejar sus residuos sólidos de manera sustentable a base de incorporar este problema en la educación de los niños, establecer políticas públicas e inversión en infraestructura. Para el 2008 había en Sajonia 15 mil aerogeneradores para obtener energía eléctrica, de los que hoy en Puebla no pasan de 100.
En Almería, España, está uno de los mayores desarrollos de invernaderos del mundo para el abasto de las hortalizas de Europa. Un mar de plástico se ve desde el avión que parecería una extensión del mar mediterráneo sobre el continente. Hierbas, sandías, melones y pepinos en planes integrados de producción como sólidas cadenas productivas bien integradas, con servicios técnicos profesionales, financiamiento y apoyos logísticos, son un ejemplo para el mundo.
En la provincia de Hubei, en China, se encuentra la presa más grande del mundo. Una cortina de 2 mil 500 metros de largo por 185 metros de alto almacena sobre el Río Amarillo un volumen de 11 mil 700 millones de metros cúbicos de agua, equivalente a 39 veces el volumen de la presa Valsequillo, Puebla. Para su construcción se requirió desplazar a 250 centros de población, casi un millón 200 mil personas.
Los principales problemas de México todavía son la pobreza y la desigualdad social, el abasto de agua potable, el tratamiento y reúso de las aguas residuales, el manejo de los residuos sólidos, los altos costos de la energía eléctrica y las formas extractivas de producción, la erosión y empobrecimiento del suelo, la pérdida de vegetación y fauna sin los adecuados mecanismos de recuperación.
En los ríos se ha perdido más del 90 por ciento de la pesca y de los mares se han sacado ya el 90 por ciento de las especies más grandes.
El sobrepeso, la obesidad y la diabetes, forman parte de las principales preocupaciones de salud pública.
Las cuencas, barrancas y ríos son reservorios de aguas sucias y basura en las cercanías de los centros de población, que nos debería avergonzar a todos.
La inseguridad pública, el transporte y la movilidad urbana, la productividad agroalimentaria, la falta de servicios técnicos, tecnológicos, financieros y logísticos para el desarrollo social, forman parte del rosario de más de 200 problemas y necesidades nacionales existentes que no han sido atendidas, ni antes, ni ahora, y, más grave aún es que no se ve para cuando ni quién pueda resolverlas porque no hay voluntad, ni políticas, ni recursos, ni hemos preparado recursos humanos para hacerlo.
Aunque hemos formado muchos profesionistas, invertimos altos porcentajes de los presupuestos nacionales en educación, hacemos y deshacemos reformas educativas, no hemos formado líderes para resolver los principales problemas del país.
Nuestra propuesta consiste en invertir en un Plan de Formación de Líderes para Impulsar el Desarrollo Comunitario, Regional y Sectorial, a través de la realización de estancias cortas, de 1 a 3 meses para que jóvenes del último semestre, de bachillerato y universidad, con ganas de ser alguien, se preparen en instituciones y/o empresas de municipios, estados o países líderes.
Se trata de ir ahí donde ya resolvieron los problemas que tenemos, se capaciten y al regresar, puedan desarrollar proyectos propios, ser agentes promotores de innovación y soluciones, pero sobre todo, sean los Líderes que guíen el desarrollo de comunidades y regiones de nuestro estado y de México.
Si los gobiernos municipales, estatales y la administración federal quieren hacer algo trascedente en la solución de los problemas existentes y llenarse de gloria a través de resultados en beneficio de la gente, la vía es preparar recursos humanos capacitados y formar líderes para el desarrollo.
Sin esto, cualquier esfuerzo y recurso será de muy bajo impacto… (continuará).